El olvido que seremos

Páginas: 9 (2007 palabras) Publicado: 30 de junio de 2010
Hecctor Abad Faciolince: El olvido que seremos |
Yo no quiero que me maten, ni de riesgos,
pero tal vez esa no sea la peor de las muertes;
e incluso, si me matan, puede que sirva para algo.
Héctor Abad Gómez |
Este libro desgarrador habla del abandono, la indiferencia, el miedo, la injusticia y, por supuesto, del olvido. Esta última obra de Abad Faciolince, que narra la vida de su padre,Héctor Abad Gómez, vilmente asesinado en 1987, es una sentida reflexión sobre la sociedad colombiana. El relato, atravesado por las preocupaciones de un médico que se dedicó a luchar por la justicia y la igualdad social, que sufría con el hambre de los pobres y con la indiferencia de los ricos, es una historia escrita con valor y con ternura, que nos invita a no olvidar y a alzar la voz aún en mediodel terror.Cuenta el autor que su padre
defendía, a capa y espada,
que la medicina preventiva, la
enseñanza de la higiene, la
construcción de acueductos,
era más importante que gastar
la plata en aparatos
sofisticados para los
hospitales. «Decía que la sola
medida de dar agua potable y
lecha limpia salvaba más
vidas que la medicina curativa
individual.»   |   |
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Miles de colombianos han tenido que llorar a sus muertos, miles de esposas han recibido la llamada fatídica en la que se les informa que su esposo ha sido asesinado, que su hijo está en medicina legal. Abad, en esta declaración de amor y admiración a su padre, hace que muchos nos sintamos identificados con ese vértigo, ese vacío que se siente cuando asesinan aalguien que amamos. Dios está presente en gran parte del libro.

El autor habla de ese Dios de los rezanderos, de las señoras camanduleras. El Dios castigador que mandó un cáncer que mató a su hermana, que dejó ciega a la niñera de su abuela, que decía que «esas era cosas que mi Dios nos mandaba para probarnos o para hacernos pagar aquí en la tierra, anticipadamente, algunos tormentos delpurgatorio, tan necesarios para limpiar el alma antes de poder hacerse merecedora del cielo.» Una sociedad pacata, incrustada en el siglo XIX, es la que describe, siempre como un espectador de todo, el autor de la obra. Ejemplos de la doblez y el cinismo de varios de los llamados jerarcas de la iglesia, el repudio de los ricos por los pobres, la avaricia de las clases altas del país, la represión de lasuniversidades, son algunos de los temas que aborda Abad Faciolince.

Al mismo tiempo, describe a alguien que sí volteaba la cabeza para mirar al niño pobre y al pobre que jamás va a poder vivir dignamente. Cuenta el autor que su padre defendía, a capa y espada, que la medicina preventiva, la enseñanza de la higiene, la construcción de acueductos, era más importante que gastar la plata en aparatossofisticados para los hospitales. «Decía que la sola medida de dar agua potable y lecha limpia salvaba más vidas que la medicina curativa individual.» Héctor Abad Gómez fue una de esas piedras en el zapato, unos de esos mugres en el ojo para aquellos que no han dejado que este país progrese.

Por eso lo mataron. Los recuerdos del hijo retraen a la memoria las voces de su padre; las líneas deeste libro nos ayudarán a no olvidarnos de quienes ya no están y, ojalá, a hablar más fuerte, a denunciar, para que esas voces ya ausentes no se pierdan para siempre. El padre del autor había dejado en un sobre un artículo para El Mundo de Medellín, titulado ¿De dónde proviene la violencia? Era su última columna. A manera de homenaje, el periódico la publicó como editorial. De él es este dicientepárrafo:En Medellín hay tanta pobreza que se puede
contratar por dos mil pesos a un sicario, para matar
a cualquiera. Vivimos una época violenta, y esa
violencia nace del sentimiento de desigualdad.
Podríamos tener mucha menos violencia si todas
las riquezas., incluyendo la ciencia, la tecnología
y la moral —esas grandes creaciones humanas—
estuvieran mejor repartidas sobre la tierra....
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