El Organisismo

El organicismo: una manera de ver el mundo

Jaime Cordero

La manera de acercarse a la naturaleza y explicar lo que ocurre en ella no es regida por cánones obligatorios, ni reglas ni métodos infalibles. Esta es una verdad fácil de constatar en todos los tiempos. Si hoy día existen teorías a través de las cuales se orienta la investigación, en el pasado ese papel fue desempeñado portradiciones. Una de ellas es la organicista que consideraba de preferencia en sus estudios los seres vivos y respecto de la materia inanimada, ésta era considerada como animada ya que sufría cambios que obedecían a un designio previo, a una finalidad. En todo fenómeno existía una intencionalidad y era natural que así fuera. El proyectil que se lanzaba en forma ascendente no podía seguir en esa trayectoriaen forma indefinida, situación que habría sido considerada innatural. De lo expuesto, resulta fácil comprender que Aristóteles haya estado en la base de esa tradición, nombre al que podría agregársele los de Galeno y Ptolomeo. Estos tres científicos realizaron una labor empírica importante, de observación meticulosa que la tradición organicista hizo suya e integró a un sistema filosófico en el queprima el desarrollo finalista del universo.

La doctrina aristotélica convenía a la tradición teológica, pues le permitía explicar un arriba, un abajo y sobre todo la finalidad. Como la tradición aristotélica se vinculó en estrecha conexión con la ortodoxia religiosa, aquélla gozó de prestigio y fue seguida y defendida en la medida en que ésta también se mantuviera en un primer plano.

Alparecer son los estudios biológicos los que llevan a Aristóteles a concebir que en la naturaleza todo cambia hacia un fin que se encuentra prediseñado. Existiría un crecimiento natural dirigido hacia un fin concreto, proceso extensivo a toda la naturaleza. De modo que la física y la química serán explicados según este patrón. De esta manera el organicismo se opondrá al mecanicismo el que, al margen dela finalidad, concibe la materia como un compuesto de átomos en interacción mecánica, en cambio para Aristóteles aquélla está formada por cuatro elementos, tierra, aire, fuego y agua.

Pero el organicismo no se queda en los tiempos pretéritos de Aristóteles ni en el medioevo. Este trasciende hasta nuestros días. Es aquí donde, en conocimiento de teorías posteriores de la biología, percibimoscon más fuerza el dogmatismo de aquellas analogías del pasado entre organismo biológico y organismo social, pero también percibimos las incongruencias actuales donde diferentes posiciones, reñidas unas con otras se acomodan a un mismo esquema y dogmatizan a partir de él.

En el siglo XIX, la naturaleza del cuerpo humano es considerada como un todo donde cada parte responde (o cumple con unafinalidad diría un aristotélico) a una función necesaria del conjunto. El escritor inglés Edmund Burke insistirá en la unidad orgánica del cuerpo social, es decir, una sociedad que se encuentra por sobre el individuo. No es de extrañar que Burke se encuentre entre los grandes críticos de la Revolución Francesa. Para él, el desarrollo orgánico es lento, conservando lo que es, adaptándolo de manera casiimperceptible a lo que llega a ser. En el organismo social no deben primar, entonces, ni los instintos, ni los deseos, ni las pasiones.

Otro escritor que razona en forma similar a la del inglés, es el francés Luís Ambrosio de Bonald, crítico también de la Revolución pues los hombres-decía- no deben actuar sobre las leyes que regulan la vida, y menos ser sus autores. Para él, el hombre es unproducto de la sociedad, existe por ella y para ella, de modo que la autoridad, basada en la tradición debe ser respetada. Para argumentar en favor de esta posición, Bonald recurre al determinismo: todo tiene una causa y una finalidad. En las palabras de este autor y en las de Burke nacidas para justificar monarquías absolutas de derecho divino, vemos una actitud del hombre que no ha cambiado a...