El otoño del tango
por Carlos Bosch
La década del '60 se recuerda como un tiempo de crisis para el tango. La televisión trae nuevas concepciones estéticas, las orquestas comienzan a ser menos rentables, la juventud orienta su pasión hacia nuevos géneros y junto con el sentimiento vanguardista de la época se agudizan dos polémicas que ya se vislumbraban en la década anterior: Astor Piazzolla y la"Nueva ola".
Década del '60: problemática y febril
El dorado que en los años '40 le daba brillo al tango, comienza a opacarse en la segunda mitad de los '50. Las grandes orquestas como la de Troilo, Pugliese, Mores o Darienzo todavía sonaban con fuerza pero la nueva música, proveniente del extranjero en su mayoría, era dueña de una frescura que hacía parecer lento y aburrido al tango. Estilostan diversos como el de Perez Prado, los Huauancó, el trío Los Panchos y sobre todo el gran fenómeno comercial de Elvis Presley acapararon la atención de las nuevas generaciones.
Más tarde en los años '60, el boom literario latinoamericano liderado en Argentina por Cortázar, las vanguardias artísticas nacionales alentadas por Romero Brest y el Instituto Di Tella, y la formación de un nuevoespacio joven de participación política daban cuenta de un creciente movimiento intelectual. A este movimiento se debe el crecimiento de Piazzolla durante los '60. Con discos como El tango(realizado junto a Jorge Luis Borges) o la ópera María de Buenos Aires se ganó el respeto y la aceptación de la intelectualidad porteña. Toda esta situación hacía parecer necesaria una figura como la de Piazzolla enel firmamento tanguero aunque, como veremos más adelante, el tango no lo necesitara en realidad.
Pareciera que el tango no podría haber elegido peor momento para pasar por una transición. Por un lado, la nueva ola se llevaba gran parte del público joven y por el otro, la vanguardia proponía cambios tan lejanos al género que no eran aceptados por su público.
Pero, ¿por qué en los años '40 lajuventud le gustaba el tango y en los sesenta buscaba otros ritmos?, ¿por qué en los años '40 la tradición era un valor y en los años '60 prevalecía la idea de que el progreso era inevitable y lo viejo debía quedar atrás? La respuesta que da el historiador Eric Hobsbawn tiene que ver con un sentimiento de post-guerra que se hizo carne a finales de los años '50 gracias al boom tecnológico, económicoy cultural de la época. La ideología dominante era “el progreso”, el trajín de las ciudades era tomado como algo inevitable, aumenta el acceso a medios de transporte, se afirma la televisión como el gran medio de comunicación de masas y la juventud nace como grupo político, universitario y de consumo.
Al mismo tiempo, es una década muy importante para el arte. Gracias a los festejos de los 150años de la revolución de Mayo, el gobierno promociona exposiciones de vanguardia tanto nacionales como extranjeras (justamente, para dar sensación de un país con futuro). Así fue que se comenzaron a desarrollar las vanguardias nacionales y con esa impronta se funda el Instituto Di Tella. Luis Felipe Noe escribió en esa época: “Es hora de elaborar nuestras propias vanguardias”. De esta forma buscabaexpresar la necesidad de cortar el cordón umbilical que siempre había existido entre el arte argentino y el europeo.
Piazzolla y fractura
Astor se caracterizó por incluir influencias del jazz y la música clásica que hasta el momento no habían sido utilizadas, como también un aumento en la complejidad de la música instrumental (evitaba a los cantantes alegando que “siempre querían cantar lomismo”). Así como otros compositores de tango habían sido influenciados por Rabel o Bill Evans, Piazzolla utilizó armonías de Bartok, estructuras de Bach y escalas de Gershwing.
La reacción del público tanguero frente a la propuesta de Piazzolla era simple: lo tomaba o lo rechazaba. Se podría decir que era una decisión visceral. Y la verdad es que a gran parte del tango le costó tomarlo y es...
Regístrate para leer el documento completo.