El otro cielo
El otro cielo consta de dos historias entreveradas cuyo personaje central es el yo que las vacontando. La probabilidad (incluso la certidumbre) de que una de las historias consista en situaciones imaginarias del narrador - protagonista, no compromete su autonomía literaria.
El protagonista reside, alternativamente,bajo dos cielos: el uno se cierne sobre Buenos Aires, alterada por las postrimerías de la segunda guerra mundial; el otro es el cielo artificial de las galerías y pasajes del Parisdel siglo pasado.
Desaparecidos los límites, maltratado el yo soy, resulta "simple como una frase musical" deambular de una época a otra, de una pais a otro. Cuando el traslado sobreviene a mitad de la frase, ésta adquiere la función de una escena giratoria. De ahí derivan períodos tan extensos, los que enlazan variadas y numerosas oraciones: espacios gramaticales en movimiento donde coexisten ellugar y el instante presente del narrador, sus aventuras del viajero metal a Paris o Buenos Aires, su alegría o su decepción al llegar o al volver, las descripciones de lugares, personas, de sus propios sentimientos y hasta de sus impresiones primarias. El esquema de la narraciones participa de la singular estructura del laberinto.
El otro cielo consta de dos partes regidas cada una por epígrafeseriginarios de Les Chants de Maldoror. El contexto del primero alude a la despersonalización, al temor de perder la memoria o la identidad, y al doble. Cortázar transcribe la terrible acusación de Lautremonte a una sombre intrusa en su cuarto: Esos ojos no te pertenecen ¿de dónde los has tomado?
(Maldoror destina a la intrusa su violencia inadjetivable. Esto lo exime de tener que reconocer enella la más alta perfección en materia de perversidad. Nadie sino la sombra merece el máximo galardón: "la palma del mal" Maldoror manifiesta su deseo ambiguo de besar los pies de la vencedora; mas si se prosternara estrecharía vapor transparente. Muy pronto comprueba que es el otro ( o la sombra) quien es el irónico, y no él.
En la busca - verdadera cacería - del cuerpo de sombra, el otro simulacolaborar con el poeta para mejor traicionarlo. Apenas éste exige, mediante una señal, no moverse, la sombra imita el ademán. De ese modo descubre el secreto de la sombra y la consecuente necesidad de romper el espejo de su bohardilla. Concluye que no es la primera vez que "me sucede encontrarme frente al desconocimiento de mi propia imagen").
Al evovar el pasaje ´Guemes de su adolescencia, elnarrador presenta una mixtura que alía un interés por los caramelos de menta con amores a precio fijo, con voces que anuncian "las ediciones vespertinas con crímenes a toda página". Las correspondencias extremas que incluye su enumeración no bastan para volver visible los prestigios y ese poder de hechizo que el tierno paseante atribuía a pasajes y galerías. Pienso, entonces, en virtudes más secretas:galerías y pasajes serían recintos donde encarna lo imposible. Al menos, así se le revelarían al adolescente enamorado de lugares donde sólo y siempre es de noche - noches artificiosas o ilusorias, pero que ignoran la estupidez del día y del sol ahí afuera. Y puesto que lo imposible es sinónimo de lo vedado, el Pasaje Guemes se manifiesta como el lugar prohibido que se desea y a la vez se temefranquear.
Años después, el misterioso adolescente alienta en el interior de un adulto que ejerce la profesión de corredor de bolsa. Intensificada su atracción por galerías y pasajes, elige como espacio predilecto a la Galerie Vivienne, pequeño mundo de hermosura inocente, que se halla en Paris y en el siglo pasado. Allí conoce a Josiane, una prostituta encantadora. Poco importa cómo realiza la...
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