El Otro Evangelio
Gálatas 1
El apóstol Pablo se impresionó por la rapidez con que los cristianos de la región de Galacia, cambia-ron de criterio acerca de la libertad espiritual y religiosaque experimentaron por medio de la verdad del evangelio de Jesucristo. Se dejaron influenciar por fuertes corrientes judaizantes, que pretendían mezclar o sincretizar el mensaje del evangelio con lasregulaciones de la Ley de Moisés y las tradiciones de los ancianos, éstas en ocasiones, eran objeto de mayor observancia que los propios mandamientos de la ley. En su ministerio público Cristo censuróeste legalismo farisaico. Pablo reprendió la actitud indulgente de los gálatas al escribirle “Estoy muy sorprendido de que ustedes se hayan alejado tan pronto de Dios, que los llamó mostrando enCristo su bondad, y se hayan pasado a otro evangelio.” (Gálatas 1:6 DHH; Cf. 2 Corintios 11:4; Gálatas 1:11; 2:2, 7; 5:14; 1 Timoteo 1:3).
Quizás hoy a la tónica de estas palabras paulinas a los gálatas,sea necesario contextualizarla por causa de la amplia gama de corrientes teológicas heréticas y, a la manipulación de la ortopraxis en un sinnúmero de iglesias; pero el valor del mensaje seguiríasiendo el mismo y su advertencia tendría tanta vigencia como en el tiempo en que se escribió. Porque en el presente, el «otro evangelio» se refleja en la forma en que muchas personas asumen el mensajebíblico y en cómo algunos ministros se comprometen y evalúan su ministerio.
De ahí que aparezcan en la palestra del presente siglo «otros evangelios».
Como el «evangelio social», que se concentrasolamente en impulsar y promocionar dentro de las iglesias, actividades recreativas y de entretenimiento para los feligreses. Sus organizadores pueden captar adeptos y garantizar votos, pero nodiscípulos de Cristo. Se obvian los fundamentos sólidos de la fe cristiana al aplicar fórmulas humanas (Hechos 2:42).
El «evangelio metálico», cuya única motivación es ganar el dinero fácil, por medio de...
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