El otro tigre

El Otro Tigre
Hay quienes dicen que la escritura es una suerte de huella dactilar que nos identifica, nos nombra y nos define; que nadie escribe igual a otro y que por más que se intente copiar a otro escritor, éste siempre tendrá su sello personal. Antes podría estar seguro de esta sentencia popular, hoy, estaría casi de acuerdo, pues no podría confiar ciegamente en un medio que no hace másque engañarnos todo el tiempo. Lo cierto es que son engaños que fascinan, son engaños que acarician el alma como cuando queremos creer que somos el ser amado de un otro.
En el infinitotítulo de este poema se confunden dos obsesiones que maravillaron a Borges: el Otro, los Tigres. Por eso, y a pesar del engaño del que somos víctimas, quiero pensar que es el más borgiano de sus poemas, el másborgiano de los Borges, es el del tigre, el del otro tigre.
El poema empieza con un Borges que uno lo imagina en medio de una vasta biblioteca, en un apartamento de la calle Maipú y vislumbrando a través de la ventana un tigre de Sumatra o de Bengala. Es un tigre que describe con tal detalle que creemos verlo caminar por la selva, solitario, inocente, pero siempre con el sabor de la sangre aúnpegado en la piel. Nos muestra este tigre que quizás no ha podido ver. No hace referencia a los tigres del zoológico de Buenos Aires, donde se dice que pasaba largas horas frente a su jaula viéndolos vivir, viéndolos morir en su minúsculo espacio que les deparaba el turismo.
Ese tigre que ya nos inspira terror, desaparece de pronto, cuando Borges se da cuenta que no es más que un tigre que apenaspuede deambular por las líneas de un poema. Se decide entonces a imaginar el verdadero tigre, no ya esa figura literaria sino aquél tigre fatal que diezma la tribu de búfalos, el de caliente sangre, que ahora sí vemos aterrorizados y con el corazón palpitando en la mano. Ya casi lo sentimos, ya casi rosamos las rayas de su piel, cuando Borges vuelve a advertir que ese tigre tampoco es el verdadero,que el solo hecho de nombrarlo lo convierte en una conjunción de símbolos y no en la joya salvaje.
Se propone entonces Borges buscar un tercer tigre, que logre lo que los otros dos no alcanzaron. Sin embargo, reconoce pesarosamente que éste tampoco será una figura real, que descifrándolo en medio de enciclopedias y las formas de sus versos, este tigre no saldrá jamás de ese mundo literario;pero hay algo, algo que no puede definir y que le impone esta aventura infinita y acaso insoluble, de buscar por el tiempo de la tarde el tigre que no esté en el verso.
La primera reflexión que me trae este poema es el lenguaje y su imposibilidad para trascender la realidad. Borges siempre se imaginó que el poeta podía ser una especie de Adán que podía nombrar todas las cosas del universo,dándole a cada una de ellas su calificativo perfecto, que el lenguaje de algún modo podía inventar al mundo, sin embargo, la comprobación fatal de que el instrumento del poeta no sirve para engendrar a un tigre real, da cuenta de lo trágico del ejercicio literario.
Hamburger, en su obra La Verdad de la Poesía, hace referencia a ese obstáculo con que tropezaron muchos poetas, como es el caso deWilliams, de Rilke, y por supuesto de Mallarmé, poetas que quisieron expresar la esencia más íntima de su ser, y sin embargo, se vieron obligados a utilizar el lenguaje para intentar esta hazaña, lo que no hacía más que reducirlos y, de algún modo, condenarlos a ser absolutamente humanos.
Se me antoja que es una empresa que todo buen poeta deberá enfrentar en algún momento. Trascender el lenguaje; laelevación del ser humano por encima de sí mismo, como nos lo decía Novalis, hablando sobre la poesía y la meta que a ella atañía. El poeta, después de haber fatigado las innumerables formas para expresar su interioridad, después de haber porfiado y errado por diversos caminos las formas de su ser, habrá llegado a un momento en que sienta que el lenguaje le es insuficiente, en que ahora las...