El otro yo
Páginas: 12 (2913 palabras)
Publicado: 9 de diciembre de 2014
El Otro Yo usaba cierta poesía en la mirada. Al muchacho le preocupaba mucho su Otro Yo y le hacía sentirse incómodo frente a sus amigos.
Una tarde Armando llegó cansado del trabajo. En la radio estaba Mozart, pero el muchacho se durmió.
Cuando despertó el Otro Yo lloraba con desconsuelo.
En el primer momento, elmuchacho no supo qué hacer, pero después se rehizo e insultó concienzudamente al Otro Yo.
Éste no dijo nada, pero a la mañana siguiente se había suicidado.
Al principio la muerte del Otro Yo fue un rudo golpe para el pobre Armando, pero enseguida pensó que ahora sí podría ser enteramente vulgar.
Salió a la calle con el propósito de lucir su nueva y completa vulgaridad. Desde lejos vio quese acercaban sus amigos. Eso le llenó de felicidad.
Cuando pasaron junto a él, ellos no notaron su presencia. El muchacho alcanzó a escuchar que comentaban: “Pobre Armando. Y pensar que parecía tan fuerte y saludable”.
El muchacho sintió a la altura del esternón un ahogo que se parecía bastante a la nostalgia. Pero no pudo sentir auténtica melancolía, porque toda la melancolía se la habíallevado el Otro Yo.Se llamaba Armando Corriente en todo menos en una cosa: tenía Otro Yo.
El Otro Yo usaba cierta poesía en la mirada. Al muchacho le preocupaba mucho su Otro Yo y le hacía sentirse incómodo frente a sus amigos.
Una tarde Armando llegó cansado del trabajo. En la radio estaba Mozart, pero el muchacho se durmió.
Cuando despertó el Otro Yo lloraba con desconsuelo.
En el primermomento, el muchacho no supo qué hacer, pero después se rehizo e insultó concienzudamente al Otro Yo.
Éste no dijo nada, pero a la mañana siguiente se había suicidado.
Al principio la muerte del Otro Yo fue un rudo golpe para el pobre Armando, pero enseguida pensó que ahora sí podría ser enteramente vulgar.
Salió a la calle con el propósito de lucir su nueva y completa vulgaridad. Desdelejos vio que se acercaban sus amigos. Eso le llenó de felicidad.
Cuando pasaron junto a él, ellos no notaron su presencia. El muchacho alcanzó a escuchar que comentaban: “Pobre Armando. Y pensar que parecía tan fuerte y saludable”.
El muchacho sintió a la altura del esternón un ahogo que se parecía bastante a la nostalgia. Pero no pudo sentir auténtica melancolía, porque toda la melancolíase la había llevado el Otro Yo.Se llamaba Armando Corriente en todo menos en una cosa: tenía Otro Yo.
El Otro Yo usaba cierta poesía en la mirada. Al muchacho le preocupaba mucho su Otro Yo y le hacía sentirse incómodo frente a sus amigos.
Una tarde Armando llegó cansado del trabajo. En la radio estaba Mozart, pero el muchacho se durmió.
Cuando despertó el Otro Yo lloraba con desconsuelo.En el primer momento, el muchacho no supo qué hacer, pero después se rehizo e insultó concienzudamente al Otro Yo.
Éste no dijo nada, pero a la mañana siguiente se había suicidado.
Al principio la muerte del Otro Yo fue un rudo golpe para el pobre Armando, pero enseguida pensó que ahora sí podría ser enteramente vulgar.
Salió a la calle con el propósito de lucir su nueva y completavulgaridad. Desde lejos vio que se acercaban sus amigos. Eso le llenó de felicidad.
Cuando pasaron junto a él, ellos no notaron su presencia. El muchacho alcanzó a escuchar que comentaban: “Pobre Armando. Y pensar que parecía tan fuerte y saludable”.
El muchacho sintió a la altura del esternón un ahogo que se parecía bastante a la nostalgia. Pero no pudo sentir auténtica melancolía, porque todala melancolía se la había llevado el Otro Yo.Se llamaba Armando Corriente en todo menos en una cosa: tenía Otro Yo.
El Otro Yo usaba cierta poesía en la mirada. Al muchacho le preocupaba mucho su Otro Yo y le hacía sentirse incómodo frente a sus amigos.
Una tarde Armando llegó cansado del trabajo. En la radio estaba Mozart, pero el muchacho se durmió.
Cuando despertó el Otro Yo lloraba...
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