EL PAPA FRANCISCO
Desde el inicio destacó los objetivos del viaje: hablar a los jóvenes de todo el mundo e invitarlos a confiar plenamente en Cristo; alentar a las familias, comunidades eclesiales ynacionales y a la sociedad a pensar concretamente en el futuro de la juventud, ventana por la que entra el futuro del mundo, y garantizar a los jóvenes cimientos firmes para construir sus vidas, seguridad yeducación, valores duraderos en un mundo a medida humana. Al llegar a Río de Janeiro llamó a las puertas del pueblo brasileño y, como el Cristo Redentor, abrió los brazos abrazando a todos sindistinción y expresó: “No tengo oro ni plata, sólo lo que he recibido, traigo a Jesucristo”.
El miércoles 24 de julio concelebró la Eucaristía con obispos, cardenales, sacerdotes y miles de personas en elSantuario de Nuestra Señora de la Concepción Aparecida y en su homilía recalcó tres actitudes importantes: mantener la esperanza, dejarse sorprender por Dios y vivir con alegría. Al explicar elEvangelio nos dijo: “Queridos amigos, hemos venido a llamar a la puerta de la casa de María. Ella nos ha abierto, nos ha hecho entrar y nos muestra a su Hijo. Ahora ella nos pide: ‘Hagan todo lo que él lesdiga’ (Jn 2, 5). Sí, Madre nuestra, nos comprometemos a hacer lo que Jesús nos diga. Y lo haremos con esperanza, confiados en las sorpresas de Dios y llenos de alegría”. También hizo un llamado a losfieles a evitar los ídolos del dinero, el poder y el placer y en su lugar ayudar a los jóvenes a construir un mundo mejor, porque ellos no sólo necesitan cosas, necesitan sobre todo que se lespropongan valores inmateriales que son el corazón espiritual de un pueblo.
En el Hospital de San Francisco de Asís de la Providencia, dedicado a la recuperación de jóvenes drogadictos y alcohólicos, dijo:...
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