El Papel De Las Especias
Carlo M. Cipolla
Traducción María Pons
Digitalizado por Hyspastes. Noviembre 2005.
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Una de las más graves tragedias vividas por Europa en los siglos remotos fue la caída del imperio romano. En aquella época, como sucede a menudo con los acontecimientos humanos,muchos no se dieron cuenta de la gravedad del hecho. Una buena parte de los ciudadanos de Cartago estaban disfrutando de los juegos en el anfiteatro cuando la ciudad fue atacada por los vándalos, y los nobles de Colonia celebraban un banquete cuando los bárbaros llegaron a las puertas de la ciudad. Otros, en cambio, se dieron perfecta cuenta de la gravedad de los acontecimientos: cuando el ejércitode los godos, acaudillado por Alarico, saqueó Roma en el verano del año 410 d. C, san Jerónimo —que por aquel entonces vivía en Belén y no era aún santo— escribió: «Se ha apagado la luz más brillante del mundo» y, con profunda angustia y un temblor en las piernas, tuvo el valor de añadir: «Si Roma puede perecer, ¿nos queda algo seguro?».
Los historiadores modernos, con rarasexcepciones,[1] están de acuerdo en el alcance histórico que tuvo el desmoronamiento del imperio romano, pero no coinciden en las causas que motivaron su decadencia.
Unos culpan a los cristianos, otros a la degeneración de los paganos; para unos la causa fue el nacimiento y la consolidación del Estado burocrático-asistencial, para otros fue la decadencia de la agricultura y la extensión dellatifundio; unos lo atribuyen al descenso de la fertilidad, otros al ascenso de la clase campesina. Un sociólogo norteamericano ha replanteado recientemente el problema presentando la tesis brillante y original de que la decadencia de Roma fue debida al progresivo envenenamiento por plomo de la clase aristocrática romana.
El plomo, si se ingiere o absorbe en dosis superiores a un miligramo al día,puede provocar estreñimiento doloroso, pérdida de apetito, parálisis de las extremidades y. finalmente, puede producir la muerte. Puede, además, ser causa de esterilidad en los hombres y de abortos en las mujeres. Siguiendo con la tesis del ilustre sociólogo, los romanos, y en particular los aristócratas, ingerían cantidades de plomo superiores al límite tolerado. No tan sólo existía larecomendación de Plinio el Viejo de que «se usaran recipientes de plomo y no de bronce» para la cocción de los alimentos, sino que además el plomo era utilizado en la fabricación de tuberías de conducción de agua, jarras, cosméticos, medicinas y colorantes. Añádase a esto que los romanos, para conservar mejor y endulzar el vino, añadían zumo de uva no fermentado que, a su vez, había sido hervido ydecantado en recipientes revestidos internamente de plomo. De este modo, mientras pretendían esterilizar el vino, los romanos «no se daban cuenta de que se esterilizaban a sí mismos».
«La alta tasa de mortalidad y la baja tasa de natalidad» de la aristocracia romana son claramente indicativas, según el sociólogo norteamericano, de los fenómenos de envenenamiento por plomo y así, a lo largo dealgunas generaciones, esta «aristotanasia» provocó la desaparición de las figuras más autorizadas del pensamiento y de la cultura. Una ciudad donde el envenenamiento por plomo debió de ser particularmente intenso y extenso fue Ravena, sede del poder del imperio de Oriente en Italia. No vayamos a creer que allí todo marchaba bien. Según Sidonio Apolinar, en Ravena «los muros se desploman, las aguascesan de fluir, las torres ceden, las naves encallan, los ladrones vigilan, los guardianes duermen».
Envenenados por el plomo y. por tanto, estreñidos, estériles y afectados por la «aristotanasia», los romanos no fueron capaces de contener a los bárbaros. La consecuencia fue una ruina general y profunda. A finales del siglo iv. Ambrosio, obispo de Milán, no veía a su alrededor sino...
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