El Papel De Los Animadores

Curso: El arte de contar cuentos en el aula de Infantil y Primaria. CAP Alcobendas’2005

©J.Quintanal ‘2005

4.- El papel de los animadores
1.- Los mediadores naturales La adquisición del hábito de la lectura no responde a una evolución natural, sino que es consecuencia de la acción cultural que el entorno ejerce sobre el lector, es consecuencia de la intervención que la escuela, el medio yla familia aplican. De este modo quedan definidos los mediadores naturales que consiguen que el niño acceda a la lectura: la familia, la escuela y el entorno sociocultural más cercano. Es evidente que un contexto lector, favorece la implicación del niño en la lectura. No obstante, también es cierto que en los ambientes menos proclives ni estimuladores, es posible que florezca un espíritu lector,fruto del contacto personal con la magia de la lectura. No por contar con más libros, ni por tener mayor contacto con ellos, uno se convierte en mayor o mejor lector. Sin embargo, hemos de reconocer que el estímulo surge con mayor intensidad cuando uno se encuentra rodeado de ellos. Lo contrario, el lector surgido de modo espontáneo, resulta más raro encontrárnoslo, aunque sí los haya. Lo que sínos dicta la experiencia es que de una u otra forma, resulta muy favorecedor el “poner al niño en contacto con la lectura” y si como decíamos en un capítulo anterior, esa experiencia resulta positiva, gratificante, aún mucho mejor, más efectiva. Aquí es donde nos aparece la figura del mediador, esa persona próxima, que “vive” la lectura y que es capaz de transmitir su “pasión” a los niños de suentorno cercano, participándoles su recreación y estimulándoles a imitar su vivencia. Así pues, entendemos que el mediador (identificando esa figura con la del animador de la lectura) será alguien próximo al niño (afectiva y físicamente), persuasivo, que oriente y estimule su iniciativa, y al tiempo resulte agradable compañía en la imitación del hábito que éste practica. Será amable, comprometido conla causa y activo, agente en ningún momento ausente ni pasivo en su actividad lectora. Una característica podemos aún añadir a esta figura que estamos construyendo del animador, y es el sumo respeto que dirige su actividad. El derecho a no leer, que preconizaba Daniel Pennac (1) no está reñido en absoluto, con la acción motivadora que es bueno e importante ejercer sobre el niño. Se complementan,de modo que cuanto más natural resulta la mediación ejercida, mayor independencia se le otorgará al lector para decidir sobre sus intereses. Como nos dice el Equipo Peonza (2) “aceptar la posibilidad de que los derechos inalienables del lector empiezan por el derecho a no leer…reduce el peligro de la soberbia lectora”. Al lado de este derecho, a ser respetado, tendríamos que poner el propio a sereducado (y socializado), en términos que se aproximen a nuestro tema, el derecho a ser estimulado a leer. No hay nada más denigrante para una persona que cercenar sus posibilidades de desarrollo, haciendo que no alcance el hábito de la lectura, careciendo de oportunidades o porque alguien, educador, mediador,… se inhiba de su responsabilidad y no le anime convenientemente a leer. Es más, estanegatividad formativa, produce no sólo la
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Pennac, D. (1993) Como una novela. Barcelona: Editorial Anagrama. Equipo Peonza (2001) El rumor de la lectura. Madrid: Anaya. Pág. 45.

3.- El arte de contar cuentos;: qué son y cómo se cuentan

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Curso: El arte de contar cuentos en el aula de Infantil y Primaria. CAP Alcobendas’2005

©J.Quintanal ‘2005

ausencia del lector, sino que enocasiones (la mayoría de las veces), genera un tipo de lector negativo, contrario, distante, al haber sufrido unas veces experiencias ingratas, desagradables, y otras un excesivo atosigamiento, que les lleva a relacionar el esfuerzo lector con el tedio, la ociosidad y el hastío. La figura del mediador, como vemos, resulta clave, fundamental, para conseguir un efecto positivo en el niño. Su...