El Papel De Rusia Y China En El Conflicto Sirio
Páginas: 23 (5711 palabras)
Publicado: 5 de noviembre de 2015
El papel de Rusia y China en el conflicto sirio
Autor: Ricardo Adán Valdez Raygoza | ricardo.a.valdez.r@gmail.com
Eje temático: Globalización y Relaciones Internacionales
Trabajo preparado para su presentación en el I Congreso Internacional de la Asociación Mexicana de Ciencia Política (AMECIP), organizado en colaboración con la Universidad de Guanajuato y el Instituto Electoral del
Estadode Guanajuato, en la Ciudad de Guanajuato los días 26, 27 y 28 agosto de 2013.
Palabras clave: Siria, Rusia, China, Geopolítica.
El contexto del conflicto en Siria
En los últimos años hemos visto el desarrollo de una serie de acontecimientos que han venido cambiando el escenario en el cual se asentaban diversos gobiernos de países del norte de África y Oriente Medio, principalmente, en loque mediáticamente se ha denominado la primavera árabe.1 En este contexto, el mundo árabe se vio inmerso en numerosas protestas populares bajo la consigna de mejorar las condiciones de vida de la sociedad, lo cual sólo sería posible con la remoción de los regímenes gubernamentales que, tras décadas en el poder, generaron una gran desigualdad social entre los reducidos sectores privilegiados y elresto de la población, mucha de ésta en situaciones marginales. Esto dio pie para buscar la implementación de los ideales democráticos occidentales en la región para que, en teoría, el pueblo pudiera elegir libremente a sus gobernantes y cambiarlos mediante la celebración de elecciones periódicas.
Pero dichas protestas y movimientos no han tenido los mismos resultados en todos estos países, porejemplo, entre los casos más sonados, en Túnez y Egipto se logró la destitución de sus gobernantes, que por tres décadas ocuparon el cargo, lo que en un primer momento parecía tratarse del arribo de la democracia y con ello de la mejora de las condiciones de vida, que ahora vemos que no está siendo nada fácil cumplir esta expectativa. Esto fue posible gracias a la intensificación de las protestas y lapresión de la opinión pública internacional y de gobiernos de diversos países, aunque sin llegar a la injerencia que se tuvo en Libia. Este último país también vio a su entonces gobernante, Muamar Gadafi, caer, pero en condiciones muy distintas a las que tuvieron sus homólogos en Túnez y Egipto,2 al ser cruelmente asesinado.
El caso de Libia representa un giro dentro de la primavera árabe, puessi bien también hubo protestas en el país en contra del régimen, las cuales, como en los otros casos, también sufrieron represión, el panorama se tornó mucho más violento con la entrada de grupos de choque que, aprovechando la inercia de la primavera árabe, legitimaban sus acciones como parte de las protestas en favor del pueblo libio, esto gracias también al uso mediático del conflicto, en dondela balanza favoreció totalmente a los rebeldes y el régimen de Gadafi condenado por reprimir a su pueblo. Esto volvió más tenso el problema, lo que llevó a las grandes potencias, a través de su “brazo armado” la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), a entrar de lleno al escenario para resolver el conflicto, con el consentimiento de países como Rusia y China, quienes hoy por hoy sonde cierta forma el contrapeso de Occidente. De esta forma, la OTAN, con el pretexto de la llamada responsabilidad de proteger,3 y de llevar ayuda humanitaria, devastó al país hasta derrocar a Gadafi y su régimen, lo que ha llevado a sospechar sobre las intenciones reales de las potencias occidentales en el conflicto.
En estas circunstancias, Siria, país con una ubicación estratégica en MedioOriente, no ha escapado de la mediática primavera árabe. En principio, parece llevar el mismo guion: protestas que demandan mejoras en las condiciones de vida de la población, sectores de la sociedad que rechazan al gobierno y exigen su remoción para instaurar un régimen democrático, represión gubernamental de las protestas e intensificación de las mismas. Sin embargo, el panorama resulta mucho más...
El papel de Rusia y China en el conflicto sirio
Autor: Ricardo Adán Valdez Raygoza | ricardo.a.valdez.r@gmail.com
Eje temático: Globalización y Relaciones Internacionales
Trabajo preparado para su presentación en el I Congreso Internacional de la Asociación Mexicana de Ciencia Política (AMECIP), organizado en colaboración con la Universidad de Guanajuato y el Instituto Electoral del
Estadode Guanajuato, en la Ciudad de Guanajuato los días 26, 27 y 28 agosto de 2013.
Palabras clave: Siria, Rusia, China, Geopolítica.
El contexto del conflicto en Siria
En los últimos años hemos visto el desarrollo de una serie de acontecimientos que han venido cambiando el escenario en el cual se asentaban diversos gobiernos de países del norte de África y Oriente Medio, principalmente, en loque mediáticamente se ha denominado la primavera árabe.1 En este contexto, el mundo árabe se vio inmerso en numerosas protestas populares bajo la consigna de mejorar las condiciones de vida de la sociedad, lo cual sólo sería posible con la remoción de los regímenes gubernamentales que, tras décadas en el poder, generaron una gran desigualdad social entre los reducidos sectores privilegiados y elresto de la población, mucha de ésta en situaciones marginales. Esto dio pie para buscar la implementación de los ideales democráticos occidentales en la región para que, en teoría, el pueblo pudiera elegir libremente a sus gobernantes y cambiarlos mediante la celebración de elecciones periódicas.
Pero dichas protestas y movimientos no han tenido los mismos resultados en todos estos países, porejemplo, entre los casos más sonados, en Túnez y Egipto se logró la destitución de sus gobernantes, que por tres décadas ocuparon el cargo, lo que en un primer momento parecía tratarse del arribo de la democracia y con ello de la mejora de las condiciones de vida, que ahora vemos que no está siendo nada fácil cumplir esta expectativa. Esto fue posible gracias a la intensificación de las protestas y lapresión de la opinión pública internacional y de gobiernos de diversos países, aunque sin llegar a la injerencia que se tuvo en Libia. Este último país también vio a su entonces gobernante, Muamar Gadafi, caer, pero en condiciones muy distintas a las que tuvieron sus homólogos en Túnez y Egipto,2 al ser cruelmente asesinado.
El caso de Libia representa un giro dentro de la primavera árabe, puessi bien también hubo protestas en el país en contra del régimen, las cuales, como en los otros casos, también sufrieron represión, el panorama se tornó mucho más violento con la entrada de grupos de choque que, aprovechando la inercia de la primavera árabe, legitimaban sus acciones como parte de las protestas en favor del pueblo libio, esto gracias también al uso mediático del conflicto, en dondela balanza favoreció totalmente a los rebeldes y el régimen de Gadafi condenado por reprimir a su pueblo. Esto volvió más tenso el problema, lo que llevó a las grandes potencias, a través de su “brazo armado” la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), a entrar de lleno al escenario para resolver el conflicto, con el consentimiento de países como Rusia y China, quienes hoy por hoy sonde cierta forma el contrapeso de Occidente. De esta forma, la OTAN, con el pretexto de la llamada responsabilidad de proteger,3 y de llevar ayuda humanitaria, devastó al país hasta derrocar a Gadafi y su régimen, lo que ha llevado a sospechar sobre las intenciones reales de las potencias occidentales en el conflicto.
En estas circunstancias, Siria, país con una ubicación estratégica en MedioOriente, no ha escapado de la mediática primavera árabe. En principio, parece llevar el mismo guion: protestas que demandan mejoras en las condiciones de vida de la población, sectores de la sociedad que rechazan al gobierno y exigen su remoción para instaurar un régimen democrático, represión gubernamental de las protestas e intensificación de las mismas. Sin embargo, el panorama resulta mucho más...
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