El pecado original interpela a teologos
Entrevista con el teólogo Pedro Barrajón, organizador de un congreso en Roma sobre el tema
ROMA, martes, 1 marzo 2005 (ZENIT.org).- El pecado original, ¿es un dogma de fe incomprensible? A esta pregunta responderá implícitamente un congreso que se celebra en Roma entre el 3 y el 4 de marzo.
La iniciativa, organizada por el Ateneo Pontificio ReginaApostolorum, no sólo convoca a teólogos, sino también a psicólogos, sociólogos y científicos, como explica en esta entrevista concedida a Zenit el padre Pedro Barrajón L.C., profesor de antropología teológica en esta institución universitaria.
--En el libro «Memoria e identidad», Juan Pablo II menciona con frecuencia el tema del pecado original. ¿Han organizado este congreso con motivo de lapublicación del último libro del Papa?
--Barrajón: En realidad no sabíamos que el libro de Juan Pablo II fuera una reflexión sobre el tema del mal y del pecado a la luz de la redención de Cristo. Las coincidencias son más bien casuales o mejor dicho providenciales, pues el congreso quedará enriquecido por las profundas reflexiones del Santo Padre sobre el pecado y sobre el mal con el misterio dela redención como telón de fondo. No olvidemos que dedicó su primera encíclica, «Redemptor Hominis», a Cristo como redentor, como quien redime al ser humano del pecado y de todos los males que le asedian de manera especial en este momento de la historia.
--¿Por qué han optado por un argumento tan comprometedor?
--Barrajón: Este congreso sobre el pecado original quiere ser«interdisciplinar», es decir, quiere considerar este complejo y delicado tema a la luz de la revelación, de la historia, de la teología y del magisterio, en primer lugar, pero también quiere mostrar las repercusiones ecuménicas, filosóficas, culturales, pedagógicas e incluso científicas de un tema como el del pecado original. Pienso en este sentido en el número 25 de la encíclica «Centesimus Annus», en el que elPapa, después de recordar los acontecimientos que cambiaron al mundo en el año 1989 con la caída del muro de Berlín, contempla la acción providencial del Dios, Señor de la historia, que deja espacio a la libertad de la persona y ofrece una profunda reflexión sobre el pecado original, recordando que este dogma ayuda a comprender la realidad humana en toda su complejidad.
Hemos dividido el congresoen cuatro grandes secciones. Una estudiará el tema desde el punto de vista bíblico. Una segunda parte, que afecta a la teología dogmática, tratará de presentar el estado de la cuestión del pecado original, considerándolo desde diferentes perspectivas: la cristológica, a luz del tema bíblico del ser humano como imagen de Dios, de la antropología teológica, de la mariología y de la soterología. Estaparte concluirá con la reflexión sobre el pecado original en el magisterio de Juan Pablo II.
La tercera parte del congreso desarrolla consideraciones teológicas de carácter ecuménico, con dos intervenciones sobre el pecado original en la tradición luterana y en la tradición ortodoxa. Otras intervenciones en esta sección se refieren a la teología moral y a la teología espiritual. Se dedicará unasección al diálogo con las ciencias.
--Al mundo actual le cuesta aceptar el pecado y todavía más el pecado original, pues es hereditario.
--Barrajón: En 1986, en las catequesis dedicadas a explicar el Credo, Juan Pablo II quiso afrontar el tema del pecado original. En una de ellas, la del 24 de septiembre, el Papa reconoce que a la cultura contemporánea le cuesta aceptar el pecado originalporque no logra admitir la idea de un pecado hereditario, ligado a la decisión de los primeros padres y considera que esta concepción está en oposición con una visión personalista del ser humano. Pero inmediatamente después añade que esta enseñanza eclesial sobre el pecado original tiene una importancia decisiva para el hombre de hoy, pues después de haber rechazado la fe en esta materia no...
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