EL PECADO TRAS LAS REJAS

EL PECADO TRAS LAS REJAS
Si reconocemos que el pecado tiene que ver con la forma en la que nos relacionamos con los demás, con la forma en la que tratamos a los demás e interactuamos con nuestroprójimo; hay un lugar que frente a esta concepción no puede escapar de la reflexión y este lugar son las cárceles en el mundo entero, pero en especial las cárceles colombianas.
Para nadie es una novedadque son múltiples las noticias que dan cuenta de las muchas cosas que allí ocurren y que atentan contra la humanidad de las personas que allí residen.
Podríamos iniciar la reflexión reconociendo lascondiciones de hacinamiento en las que reclusas y reclusos deben convivir; condiciones que sin duda alguna irrespetan su humanidad y su derecho a tener condiciones mínimas de vida digna, pues vulneransus derechos fundamentales como lo son la vivienda la comida, un espacio mínimo para desplazarse, dormir y pasar los días. Un artículo publicado en el Diario colombiano el tiempo , titulado “el paísdetrás de las rejas menciona que:
La realidad que habita las prisiones es cruel debido al hacinamiento y los deficientes programas de resocialización. Los penales son llamados por los mismo reclusosla “Universidad del mal” en donde las posibilidades de vivir dignamente son nulas1.
Que mejor descripción para referirse a las condiciones inhumanas y de “pecado” que se viven en las cárceles que losmismos reclusos la llaman la “universidad del mal”. Quisiera a propósito de esta condición mencionar otros tantos elementos que se asocian al pecado en este lugar: corrupción, narcotráfico, pobreza,desigualdad frente al trato entre unos y otros. Este lugar se convierte en el reflejo de un país que desconoce las condiciones de vida que debe tener cualquier ser humano, de un país que se resiste ainvertir en la construcción de condiciones de resocialización y de crecimiento; sin exagerar en este lugar se puede afirmar que “el pecado está tras las rejas al igual que los seres humanos que...