El pequeño mundo de villa

OSCAR OMAR CASTILLO CASTILLO
OSCAR OMAR CASTILLO CASTILLO

A 100 años de la Revolución Mexicana, unos ensalzan sospechosos motivos de algarabía, mientras otros acusan presuntos absurdos. Finalmente, unos y otros, ignoran verdaderas lecciones de la Revolución Mexicana.
A 100 años de la Revolución Mexicana, unos ensalzan sospechosos motivos de algarabía, mientras otros acusan presuntosabsurdos. Finalmente, unos y otros, ignoran verdaderas lecciones de la Revolución Mexicana.
El pequeño mundo de Pancho Villa.
Lecciones del Centenario.
El pequeño mundo de Pancho Villa.
Lecciones del Centenario.

Capítulo I.
Centenario: la celebración.

Sólo a unos cuantos días del aniversario número cien del inicio de la Revolución Mexicana, El Centenario: noviembre de 2010. Ello implica grandesdisturbios, tales como una fiesta general, orgullo nacional, símbolo continental. Pero también hay quién asimila el momento como un justificado motivo de desconfianza, motivo de enojo, zozobra por un presunto absurdo.

¿Realmente –la época- qué significa para México? Este es un cuestionamiento de todo aquel que pretende construir un juicio personal, y no ser damnificado de las implacablescorrientes del imaginario social. No hay duda que para ofertar respuesta a dicha cuestión apreciaremos la aparición de tres perfiles, todos interesados seriamente en dar respuesta y dejar certeza de la misma.

Primeramente, aquellos interesados en guardar el orden público desde el imaginario colectivo, por el anhelo inocente de una relativa paz social o bien por beneficios tangibles y directos queaquello implica. Estos responderán que el verdadero significado del presente -del recuerdo de aquellas gestas históricas- no es más que un acto perfectamente natural de una nación que vuelve los ojos al pasado y se rebosa enorgullecido reconociendo tácitamente un desarrollo, público y general para sí misma. Pretenden construir sobre un imaginario social no precisamente formado en la verdad.

Porotra parte, están aquellos que pretenden derribar lo argumentado por los arriba esbozados con una batalla sin tregua de descalificación y victimización absurda, en ocasiones cómica. Estos dicen luchar en contra de la farsa de aquellos que se benefician con el asentimiento social. Lo hacen asegurando a la conmemoración citada como una vergüenza, pues ni aquello sirvió a la patria, ni esto –elsupuesto desarrollo dicen ellos- habla de un progreso digno.

Y constituyendo una tercera vía, con notoria carencia de publicidad, sin pertenecer a una porción de la clase política, están los ciudadanos optimistas. Quienes apelando a todo, o bien a pesar de todo, no dudan en manifestarse orgullosos de lo que el 2010 llama a celebrar. Esos mexicanos que mantienen viva la esperanza en la veracidad desu pasado y esperanza también en la certeza del futuro, muy a pesar del presente.

Lo cierto es que la Revolución Mexicana debiera motivar hoy, lo mismo que motivó hace cien años. Doroteo Arango, ya entonces Pancho Villa, recordando después de una década una entrevista con Abraham González, en su casa de la Décima en Chihuahua, dijo:

“…allí entendí, sin que nadie me lo explicara cómo eso quenombran patria podía cambiarse en el constante motivo de nuestras mejores acciones y en el objeto amoroso de nuestros sentimientos.” (Pierri, 2007)

Recapitulando ¿qué debiera motivar esta época para México? Puntualmente, lo mismo que significó para aquellos que a bien o mal entregaron sus vidas a lo que el mismo Villa sentenció, a la Patria.

Capítulo II.
Celebración: los invitados.

Deuna, otra, u otrora manera, lo que en México acontece no deja de ser un gran evento, y como tal, no deja de llamarnos a la reflexión. De este modo, asimilemos el Centenario de la Revolución Mexicana no con aquellas tendencias oportunistas, mustias u optimistas; más bien esforcémonos por asumir el Centenario como suficiente motivo de zozobra entorno a aquello que la provocó en 1910, lo que Pancho...