El perfume
La película que dura más de dos horas no se hace para nada pesada, lo cual ya dice mucho a favor de su director, quelogra con acierto, a través de las imágenes, plasmar como ese niño recién nacido entre inmundicias y raspas de pescado, en un nauseabundo mercado de Francia, que pronto se verá privado de su madre y decualquier afecto, experimenta como el mundo circundante es aspirado, formando parte de su naturaleza, a través de su diminuta nariz, la cual ejercita más que cualquier otro sentido.
Lo másimportante para el bebé, luego niño, adolescente y finalmente hombre, son los olores, los aromas de las plantas, de las flores, de las frutas, de las piedras húmedas de los ríos, de los quesos y embutidos delos mercados. Pero habrá algo que lo trastocará y marcará el punto de inflexión de hasta su entonces intranscendente existencia: el “aroma femenino”. Una noche, a la estela del aroma que deja unajoven, Jean-Baptiste Grenouille (Ben Whishaw) como un animal tras su presa la sigue por las calles de la ciudad hasta su hogar. La joven muere asfixiada y Jean-Baptiste tiene entonces la primigeniaocasión de olisquear, como un perro, a la joven yacente. La aspira con fruición y trata de impregnarse con el aroma femenino que lo perturba, embriaga y encandila.
Ese accidental hecho, pues no entraba...
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