el pez naranja de aletas plateadas
Tenía Ignacio una pecera con un pez de color naranja y aletas y cola plateada. Día a día lo alimentaba y le cambiaba el agua. Lo quería mucho y en verdad sepreocupaba de él. Se quedaba largo rato mirándolo nadar en redondo o detenerse a mirar hacia afuera.
Un día vio muchas burbujas en la superficie del agua y a su pez moviendo la boca como diciendoalgo. Trató de adivinar qué sería y comprendió lo que decía.
-Me siento encerrado, me siento encerrado...
Ignacio se apenó mucho, porque le gustaba tener el pez en su pieza. Pero decidió que era mejordarle un espacio más grande.
Cogió su pecera y fue a la plaza, donde había una pileta grande con agua; pero no había peces. Lo depositó allí con suavidad y vio cómo se alejaba moviendo la cola enseñal de contento.
Cada día iba a la plaza y se detenía a mirar a su pez. Le llevaba alimento, y él se acercaba reconociéndolo.
Pasaron varias semanas y nuevamente aparecieron burbujas en lasuperficie que le indicaron a Ignacio que el pez quería hablar. Se detuvo, lo miro fijamente y creyó oír:
-Me siento solo... Me siento solo...
Entonces pidió a su padre que le regalase, sí podía, otropez, pues el suyo quería compañía.
Su padre le trajo uno pequeño, azul, con cola y aletas verdes; y cuando lo recibió, Ignacio corrió con él a la plaza.
-¡Pececito, pececito! ¡Ven aquí! -lollamó-. Ya no estarás más solo.
Y echó al agua a su nuevo amigo, quien fue al encuentro del pez naranja.
Subían y bajaban dentro de la pileta, juntos los dos. Parecían contentos acompañados.Ignacio siguió visitándolos y llevándoles comida. Se veían cada día más grandes y la pileta parecía pequeña para ellos. El niño se dio cuenta de eso cuando vio las burbujas que le indicaban que supez quería decirle algo.
Lo miró atentamente y creyó ver que le decía:
-Necesitamos más espacio, necesitamos más espacio...
Ignacio se entristeció mucho. Él pensaba que los peces eran felices, y...
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