El placer de morir

EL PLACER DE MORIR
Gina Manuela Torres Aldana.
El reloj comenzó a hacer el mismo sonido de siempre, como si jugaran con él, debían ser las doce de la noche, supongo que son las sombras, aquellasque no dejan de perseguirme en ningún momento, son una carga para mi desde que tengo más o menos 12 años, ahora que tengo 23 se han hecho más grandes y yo cada vez más débil. Al principio cuandoempecé a verlas sentía mucho miedo de estar sola, porque en ese momento se hacían más fuertes hasta el punto de hacerme llorar, siempre corría a ocultarme especialmente en lugares oscuros porque allí noera posible verlas y ellas no me encontrarían.
Día a día fueron adueñándose de mi vida de una manera aterradora, las veía en todas partes cuando hacia mis tareas escolares pasaban detrás de mícorriendo, tal vez sólo querían jugar conmigo pero yo siempre las ignoré, a pesar de eso nunca se fueron, y en el transcurso de los años se convirtieron en mi única compañía, nunca se han atrevido ahablarme solo están allí observándome y me pregunto ¿acaso no entienden que me atormenta? Un día quise espantarlas, hacer que se marcharan con un grito, respondieron de una manera muy agresiva, estuvehospitalizada durante cuatro días por un golpe en la cabeza que me dejo inconsciente en mi habitación, la mujer que vivía conmigo en aquella época fue quien me llevó al hospital, en ese momento extrañedemasiado a mis padres, ellos eran toda mi vida pero un estremecedor accidente de auto me los arrebató cuando se dirigían a casa, luego de haber ido a buscar una persona que encontrara una solución parami problema, querían que yo llevara una vida normal como la de todos los niños de mi edad, ahora me arrepiento de haberles hablado sobre ellas, ellos solamente querían ayudarme.
En estos momentos loúnico que quiero es imaginar cómo hubiese sido mi vida si esas sombras no hubieran aparecido, ¿Sería feliz? , siendo sincera aunque continuo con vida siento como si estuviera muerta. Las personas...