El Pobre Hábito Lector Y Sus Causas Externass

EL APRENDIZAJE DE LA LECTURA EN LA ESCUELA: DISCUSIONES Y NUEVAS PERSPECTIVAS

En nuestro país, la problemática de la enseñanza de la lectura ha sido tratada por especialistas en foros, congresos, diplomados y hasta el propio Ministerio de Educación ha ordenado desarrollar un Plan Lector a nivel nacional, buscando amortiguar la caída estrepitosa que exteriorizan los resultados de losexámenes nacionales e internacionales. Sin embargo, no se ha dicho con claridad lo que los actores involucrados -padres de familia y sus hijos escolares- quisieran manifestar. Seamos directos: hay cuatro factores que no dejan desarrollar la lectura en nuestros estudiantes: el económico, cultural, educativo y social; si estas aristas del problema no se toman en cuenta, la solución seguirá postergándosepor siempre.

El factor económico interviene condicionando a los educandos en convertirlos en más pobres si es que se atreven a comprar un nuevo libro; es decir, los obliga a poner en la balanza de la injusticia dos platos enemigos: comes o lees. Este factor produce ansiedad en nuestros niños y adolescentes escolares porque, a temprana edad, ya empiezan a saborear una disyuntiva que jamásdebieron conocer. El efecto de esta realidad es convertir a la mayoría de nuestros escolares en lectores de periódicos insustanciales o en oyentes llenos de referencias bibliográficas sin ningún libro que amar y entusiasmarse y, lo peor, convertirse en miembros no honorarios del club de los analfabetos funcionales (no usan la lectura para ser felices). Como vemos, estos hechos se oponen a lailusión de los maestros de leer tantos libros como se pueda en un año escolar; estas ilusiones se acaban apenas se compra el primer libro pirata porque ha representado un gasto extra que no se debe repetir.

El factor cultural interviene en esta problemática separando en dos bandos a nuestros niños y jóvenes: los unos, los que conocen el gozo de la lectura y, por lo tanto, los que llenan losauditorios ante la presentación de un nuevo libro o los que lucen una biblioteca amplia y selecta con el orgullo sensato de la familia; y los otros, conformado por niños y adolescentes que toman al libro como un objeto enemigo al que hay que rehuir porque es fatigante y exige mucho esfuerzo tratarlo. Son los que nunca se enteran de la publicación de un nuevo libro o los que ven a los mismoscomo objetos decorativos de las bibliotecas y de los estantes de las nutridas librerías.

El factor educativo interviene imponiendo maestros que miran de lejos a los libros y que no tienen argumentos para incentivar la lectura en sus alumnos porque ellos jamás lo están, o no quieren estarlo, porque leer un libro es un desperdicio de tiempo y un descuido para los afanes de su área(especialidad). Son los maestros que consideran que leer algo fuera de su materia de enseñanza no les proporciona utilidad alguna a sus clases. Un docente que muy poco lee o que no cultiva sus preferencias lectoras no ejercitará sus habilidades de comprensión y no será el que contagiará a sus pupilos la agradable enfermedad del gusto lector. Estas adversidades, que ya están enraizadas en nuestro alumno desdesu nacimiento, se redoblan al encontrarnos con maestros que no enseñan a leer porque asumen, equivocadamente, que esta actividad solo se realiza cuando el escolar tiene seis años de edad, desconociendo que cada nivel educativo tiene niveles nuevos de lectura porque las habilidades cognitivas potenciales que posee el adolescente le exigen comprender el texto desde otras aristas y con mayorprofundidad.

Peor aún, cuando tenemos educadores puramente expositores, exclusivamente disertadores, que lo explican todo, sin dejar un grano de arena por aprender mediante la lectura. Es que consideran que la labor del maestro es explicar, explicar y explicar los temas y lo que dicen los libros. Leer en vez de explicar eso que deben aprender los alumnos toma más tiempo y, por el contrario,...