El Poco Reconocido Secreto Del Exito

Una mañana hace muchos años, cuando cruzaba el patio del State Teacher's College en Warrensburg, Missouri, me paré a charlar con un amigo mío, Frank Self. Aunque en ese momento no tenía la menor idea de ello, lo cierto es que aquella charla iba a tener un profundo efecto en mí para el resto de mi vida.

Probablemente, y de no haber encontrado a Frank Self aquella mañana, yo hubiese llegado aser un superintendente o un decano de algún colegio de enseñanza superior.

Durante nuestra conversación, Frank Self me dijo que aquel último verano se había dedicado a vender los Cursos de escuelas internacionales de estudios por correspondencia. Me sorprendió oírle decir que dicho Instituto le pagaba dos dólares al día por sus gastos de hotel y su manutención, además de una comisión extra porcada uno de los cursos que vendía. ¡Dos dólares diarios para gastos! La sola idea de ello causaba en mi verdadera excitación.

Precisamente dos dólares diarios era lo máximo que yo iba a ganar como maestro rural, de los cuales tendría que pagarme el alojamiento y mis gastos de manutención. Allí podría tener la manera de hacer dinero rápidamente y yo mismo me preguntaba desde cuando existiríantales grandes negocios.

Aquello era Imposible - pero yo no lo Sabia

La oficina más próxima de la Escuela internacional de estudios por correspondencia estaba en la ciudad de Denver y yo no había estado nunca en una gran ciudad. Más tarde me enteré que la única razón por la cual me dieron el trabajo fue porque había ganado varios premios en cursos de oratoria, en los debates escolares.
¡Ellosentendían que si un joven podía ganar los debates en su escuela, también tendría aptitudes para vender lo que fuese!

Me Volqué en la Venta

Fue entonces cuando ingresé en un mundo nuevo -un mundo extraño, con mucha y dura competencia- el mundo de la venta.
La primera noche que pasé en Denver dormí en un pobre cuartito que estaba en el altillo de una tienda. Pagaba por él unos 50 centavos. Seme aviso de la existencia de "dedos largos", aunque yo ya sabía que las grandes ciudades estaban llenas de rateros y gángsters que querían aprovecharse de los jóvenes que, como yo, llegaban de provincias. Yo tenía veintiocho dólares metidos en una bolsita hecha por mi madre; me la colgué al cuello por debajo de la camisa.
Una mala noche en una gran Ciudad

Tenía miedo de apagar la luz de micuartito por temor a que me robasen; varias horas después, me desperté sobresaltado, alguien estaba golpeando en mi puerta. ¡Los gángster me habían descubierto! "Aquí estoy" (pensaba para mi adentro) asaltado y quizás asesinado, la primera noche que paso en una gran ciudad." Cuando me enteré que era el vigilante, que me estaba pidiendo que apagase la luz, sentí tal vergüenza que escondí la cabezabajo mi almohada.

Unos días mas tarde, empecé mí trabajo como vendedor; me adjudicaron el territorio más imposible, en el medio de las colinas de arena del oeste de Nebraska, mi oficina estaba en Alliance. Ni siquiera Charles Schwab el famoso industrial, hubiera podido vender nada allí y menos los cursos educativos a los rancheros y agricultores de la zona. Yo empezaba a desesperar; aquí me veía,frente al fracaso en el primer empleo conseguido después de dejar la universidad. Mi desesperación llegó a tal grado que, incluso, paraba a los granjeros en plena calle para preguntarles si no estaban interesados en estudiar
ingeniería eléctrica por correspondencia. Al recordar ahora aquellos días, me parece que fue algo similar a las películas del Gordo y el Flaco.

Vendí mi primer, último yúnico Curso de la E.I.E.C.

Alguien me dio el nombre de un peón a quien podía interesarle instruirse más ampliamente, pero, no pudiendo costear el alquiler de un caballo, tuve que hacer a pie los diez kilómetros. ¿Qué fue lo que sucedió? Pues nada. Todo lo que conseguí fue acabar con los pies doloridos; regresé a mi solitario cuarto, me tiré sobre la cama y lloré desesperadamente. Me daba...