el poder de la palabra
Las personas de éxito, en su mayoría, saben manejarse perfectamente en el arte de comunicar, de seducir con la palabra. El tono de voz, la inflexión, la pausa, el ejemplooportuno, son recursos que deben contemplar si desean captar la atención de un auditorio.
El lenguaje gestual que acompaña al oral es tremendamente importante y no debe ser obviado; potencia o descalificael mensaje a transmitir.
Pero ¿es el arte de convencer con la palabra algo innato o se puede adquirir?
Es obvio que existen personas con cualidades excepcionales que, sin grandes estudios ni arduosaprendizajes, son capaces de sorprendernos cuando se expresan.
Sin embargo, en determinadas ocasiones, las demandas van más allá, no se trata solamente de transmitir una idea sino de contagiarla, dehacerla germinar y, para ello, es necesario hacerla asequible y, sobre todo, es necesario que llegue al receptor de forma tan sutil que la reciba e interiorice como propia, ya que si se transmite deforma inadecuada puede encontrar una resistencia infranqueable.
Si se quiere convencer hay que conocer a quien se tiene enfrente para intervenir con el discurso apropiado, entendible y sugerente a lavez. Es conveniente, por tanto, tomar el pulso de la situación: quiénes forman el auditorio, cuál puede ser su nivel cultural, qué intereses les mueven y a qué colectivo pertenecen. Esto es sumamentefácil si se tiene en cuenta que la charla es previamente contratada por alguien y ese alguien siempre puede proporcionar información acerca de los objetivos de la misma. Esa información da pistassuficientes si el orador desea considerarlas, le prepara el terreno.
Una vez en escena se debe captar, de inmediato, la atención de los presentes. Un recurso infalible es comenzar con algo que no...
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