El poeta moderno

EL POETA ARQUEÓLOGO DE LA CIUDAD

El poeta impresionista: la radiografía del mundo-ciudad

Se podría decir que el siglo del ochocientos propició la expresión máxima al que el hombre moderno venía aproximándose paulatinamente y sin sobresaltos, la transformación del mundo, de las urbes, las sociedades, se convirtieron en un afluente desgarrador que permitió por fin, al artista crearse con lapropiedad que le era natural.
Este fenómeno, repercutió en cada uno de los rincones de las ciudades emergentes, de la vida social en constitución, de los hombres que miraban desde adentro estos sucesos reveladores de cambio y “descentralización”.

Participar de estos acontecimientos era una situación inevitable, además de encantadora y deslumbrante, pero esta luz momentáneamente encandiladora,que priva de una visión clara generó la presencia de sujetos que superaran el destello y se posicionaran en una perspectiva desde la cual la impresión producida fuera más lúcida, transparente y precisa del panorama proyectado. Son los artistas, los que se asombran del escenario presentado como cualquier otro observador, pero que toman distancia de éste y logran descifrarlo como si estuvierapresentado en clave, revelando los recovecos de las esquinas, sus contenidos, colores y demás.

Pero la ciudad emergente se convertiría en la cartografía del hombre, revelar recovecos de la ciudad equivaldría a la revelación de los recovecos humanos. El artista, es entonces el peatón del espacio y el no-espacio, proyectándose ante el mundo como un “vidente” que ve lo no visible de la vida urbana queaparece. Es este papel del artista que asume Baudelaire, un poeta que evoluciona de las ideas tradicionales del poeta a la secularización del poeta moderno: el poeta ha venido dejando de ser idéntico con el mundo, de estar “dentro” del mundo, para ahora ser sujeto “ante” el mundo, pero logra dar un paso, incluso, más delante de este poeta moderno: es el sujeto que al estar ante el mundo no tieneotra opción que estar “contra” el mundo.
La ciudad dejaba ver los bulevares, las galerías, los lujos de los burgueses, pero no mostraba la nueva zona de suburbios fuera de los límites de la ciudad, donde habitaban los obreros, donde la belleza se descifraba en muladar, hacinamiento de lodazal, muecas de ironía, escenas podridas y tonos ocres, todo este panorama en contraposición a la sonrisaburguesa del que tiene ante sus ojos el colorido exquisito de una ciudad que ofrece multiplicidad de temas y atracciones.
Baudelaire es el poeta del impresionismo, el que deleitándose y gozando de las propuestas de la ciudad se atreve a verla desde una radiografía de la misma, en una búsqueda exploratoria en lo no explorado, de la belleza en la no belleza, de lo verdaderamente natural en la naturalezaurbana y humana, de la poesía en la antipoesía. Y qué podría verse en la revelación de una radiografía de esta vida secular moderna planteada por la ciudad burguesa: muchedumbre y podredumbre. Allí es donde el poeta va a pasear también, a escudriñar con su capacidad de “ver más allá” de lo evidente.

Como el pintor que sale de la ciudad y se interna en las minas y en los campos de sembradores depapas y trigo, notando en ellos una vida en constante oscuridad (el minero no conoce el sol del día y el sembrador da su espalda al sol constantemente) y descubriendo el arte de estos escenarios y personajes, Baudelaire descubre en los colores ocre del barro y la putrefacción, un escenario donde se desarrolla la poesía: “Recuerda aquel objeto que vimos, alma mía,
en aquella mañana pura:
unainmunda carroña, en medio de la vía,
sobre un lecho de piedra dura,”…
Ubicando allí la poesía, en la exploración de esa podredumbre que revela su radiografía, logrando constituir una nueva ética y estética del arte poético, más allá de éste, la estética de la vida misma.

La ciudad es, entonces, un escenario ambivalente (polivante), descentralizador, que crea la posibilidad de estar y no...