El porfiriato en sinaloa
Páginas: 6 (1272 palabras)
Publicado: 10 de abril de 2010
El ingeniero Luis F. Molina construyó, durante la etapa febril del porfirismo en Sinaloa, las principales casas y los edificios más importantes de Culiacán.
Al terminar la preparatoria se inscribió a la Escuela de Bellas artes, de la ciudad de México, para seguir la carrera de ingeniero arquitecto.
Don Enrique M. Rubio, hombre de fortuna y senador de la República, le pidió que, ante lainformalidad del arquitecto que había contratado, le terminara para el día de su santo una casa que estaba construyendo en la avenida Patoni número 4 (ahora Juárez).
Poco después el arquitecto Manuel Calderón dijo al joven Molina que el gobernador de Sinaloa, ingeniero Mariano Martínez de Castro, le proponía la construcción de un teatro en Culiacán, pero que él había rechazado la oferta noobstante lo tentadora que era, y entonces le habló para que él se hiciera cargo de dicha obra.
El ingeniero Molina dio las gracias y externó su propósito de no salir de la capital de la República, pues consideraba que aquí era el lugar más adecuado para desarrollar sus aptitudes como arquitecto.
UN TEATRO EN CULIACAN
Poco después de un año, providencialmente se encontraron el señor Rubioy el joven profesionista, Rubio le dijo más o menos lo siguiente: --Me alegro de encontrarlo a usted pues está en esta ciudad mi amigo el gobernador de Sinaloa, ingeniero Mariano Martínez de Castro, quien desea contratar un arquitecto para que haga un teatro en la capital de su estado, Culiacán. Desde luego pensé en usted, pues es joven y competente para llevar a cabo esta obra que le dará nombrey provecho. Así es que yo le ofrecí que le daría a usted una tarjeta de presentación para que se arregle con él. Se aloja en el hotel Gillow.
El ingeniero Molina respondió: --Mucho estimo a usted el concepto en que me tiene, pero desde luego le manifiesto que hace más o menos un año que el ingeniero Manuel Calderón me hizo esta proposición y yo la deseché de plano dándole las razones queconsidero oportunas para no aceptar un trabajo fuera de la capital, pues siempre había estimado que mi campo de acción debía ser en la ciudad de México; además, Sinaloa es un estado muy lejano y para poder llegar allá se necesitan más o menos quince días.
Entonces el señor Rubio pidió al joven arquitecto que cualquiera fueran las razones que tuviera las hiciera del conocimiento del señor Martínezde Castro.
MARTINEZ DE CASTRO LO CONVENCIO
Una mañana del año 1884 el ingeniero Molina se presentó en el hotel Gillow, donde fue recibido con toda amabilidad por el gobernador Martínez de Castro. Desde luego se procedió a tratar el asunto. El señor Martínez de Castro dijo que tenía interés en hacer un teatro en la capital de su estado y que con las referencias que le había dado su amigo, elseñor Rubio, se había fijado en el recién graduado.
El ingeniero Molina contestó -señor gobernador, hace un año el ingeniero Manuel Calderón me hizo este ofrecimiento, que no acepté por razones personales y que yo consideraba perjudiciales al porvenir que ofrecía mi profesión si me alejaba de esta capital, y por tal motivo sentía yo no poder aceptar dicho ofrecimiento dándole las gracias máscumplidas por ello.
Martínez de Castro terqueó. Dijo que le había causado grata impresión su madurez y sensatez. Pero que estaba frente a una gran oportunidad. Además le dijo que la población, aunque pequeña, tenía atractivo y sus habitantes eran muy tratables, ofreciéndole finalmente, una remuneración mensual de 250 pesos.
El Lic. Luis Ignacio Vallarta, que acompañó a Juárez hasta eltriunfo de la República, y que fue gobernador de Jalisco y presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, aconsejó al confuso de Molina: - Aproveche esa oportunidad. Usted es joven. Cuando termine la obra regrésese a la capital y prosiga con su proyecto. El señor Martínez de Castro es una persona caballerosa digna de tenerle confianza, no así si se tratara del general Cañedo, del que nada...
Al terminar la preparatoria se inscribió a la Escuela de Bellas artes, de la ciudad de México, para seguir la carrera de ingeniero arquitecto.
Don Enrique M. Rubio, hombre de fortuna y senador de la República, le pidió que, ante lainformalidad del arquitecto que había contratado, le terminara para el día de su santo una casa que estaba construyendo en la avenida Patoni número 4 (ahora Juárez).
Poco después el arquitecto Manuel Calderón dijo al joven Molina que el gobernador de Sinaloa, ingeniero Mariano Martínez de Castro, le proponía la construcción de un teatro en Culiacán, pero que él había rechazado la oferta noobstante lo tentadora que era, y entonces le habló para que él se hiciera cargo de dicha obra.
El ingeniero Molina dio las gracias y externó su propósito de no salir de la capital de la República, pues consideraba que aquí era el lugar más adecuado para desarrollar sus aptitudes como arquitecto.
UN TEATRO EN CULIACAN
Poco después de un año, providencialmente se encontraron el señor Rubioy el joven profesionista, Rubio le dijo más o menos lo siguiente: --Me alegro de encontrarlo a usted pues está en esta ciudad mi amigo el gobernador de Sinaloa, ingeniero Mariano Martínez de Castro, quien desea contratar un arquitecto para que haga un teatro en la capital de su estado, Culiacán. Desde luego pensé en usted, pues es joven y competente para llevar a cabo esta obra que le dará nombrey provecho. Así es que yo le ofrecí que le daría a usted una tarjeta de presentación para que se arregle con él. Se aloja en el hotel Gillow.
El ingeniero Molina respondió: --Mucho estimo a usted el concepto en que me tiene, pero desde luego le manifiesto que hace más o menos un año que el ingeniero Manuel Calderón me hizo esta proposición y yo la deseché de plano dándole las razones queconsidero oportunas para no aceptar un trabajo fuera de la capital, pues siempre había estimado que mi campo de acción debía ser en la ciudad de México; además, Sinaloa es un estado muy lejano y para poder llegar allá se necesitan más o menos quince días.
Entonces el señor Rubio pidió al joven arquitecto que cualquiera fueran las razones que tuviera las hiciera del conocimiento del señor Martínezde Castro.
MARTINEZ DE CASTRO LO CONVENCIO
Una mañana del año 1884 el ingeniero Molina se presentó en el hotel Gillow, donde fue recibido con toda amabilidad por el gobernador Martínez de Castro. Desde luego se procedió a tratar el asunto. El señor Martínez de Castro dijo que tenía interés en hacer un teatro en la capital de su estado y que con las referencias que le había dado su amigo, elseñor Rubio, se había fijado en el recién graduado.
El ingeniero Molina contestó -señor gobernador, hace un año el ingeniero Manuel Calderón me hizo este ofrecimiento, que no acepté por razones personales y que yo consideraba perjudiciales al porvenir que ofrecía mi profesión si me alejaba de esta capital, y por tal motivo sentía yo no poder aceptar dicho ofrecimiento dándole las gracias máscumplidas por ello.
Martínez de Castro terqueó. Dijo que le había causado grata impresión su madurez y sensatez. Pero que estaba frente a una gran oportunidad. Además le dijo que la población, aunque pequeña, tenía atractivo y sus habitantes eran muy tratables, ofreciéndole finalmente, una remuneración mensual de 250 pesos.
El Lic. Luis Ignacio Vallarta, que acompañó a Juárez hasta eltriunfo de la República, y que fue gobernador de Jalisco y presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, aconsejó al confuso de Molina: - Aproveche esa oportunidad. Usted es joven. Cuando termine la obra regrésese a la capital y prosiga con su proyecto. El señor Martínez de Castro es una persona caballerosa digna de tenerle confianza, no así si se tratara del general Cañedo, del que nada...
Leer documento completo
Regístrate para leer el documento completo.