El porque del matrimonio

El porqué del matrimonio, el porqué de la familia
Por el élder D. Todd Christofferson

¿En qué forma el matrimonio entre un hombre y una mujer trasciende el amor del uno por el otro y su propia felicidad para convertirse en “un puesto de responsabilidad hacia el mundo y la humanidad”? ¿En qué sentido proviene “de arriba, de Dios”? 

Los profetas han revelado que primero existimos comointeligencias y que Dios nos dio forma, o cuerpos en espíritu, llegando así a ser Sus hijos procreados en espíritu: hijos e hijas de padres celestiales. Llegó el momento en esa existencia premortal de los espíritus en que, para cumplir con Su de que pudiésemos “tener el privilegio de avanzar como Él”, nuestro Padre Celestial preparó un plan que lo hiciera deseo posible.

Abraham 3:24–26.

Si accedíamos aparticipar en Su plan un cuerpo físico al venir a morar en la Tierra que Él creó para nosotros. Si entonces, en el transcurso de nuestra existencia terrenal, habríamos escogíamos hacer “todas las cosas que el Señor [nuestro] Dios [nos] mandare”. Eso significa que nuestras decisiones le demostraríamos a Dios (y a nosotros mismos) nuestro compromiso y nuestra capacidad de vivir Su ley celestialmientras estábamos alejados de Su presencia y en un cuerpo físico, con todos sus poderes, apetitos y pasiones. A los que lo hicieran, “les [sería] aumentada gloria sobre su cabeza para siempre jamás”.

Se necesitan por lo menos cuatro cosas para el éxito de ese plan divino:
La primera es la creación de la Tierra como el lugar donde moraríamos. Dios el Padre la dirigió y Jesucristo la implementó:“Todas las cosas por medio de él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho fue hecho”.
La segunda es la condición de la mortalidad. Debido a que Adán y Eva transgredieron este mandamiento y comieron el fruto del árbol de la ciencia del bien y del mal, fueron echados de la presencia del Señor. Su caída creó las condiciones necesarias para nuestro nacimiento físico, para tener laexperiencia terrenal y aprender, mientras estábamos alejados de la presencia de Dios. También el reconocimiento de lo bueno y lo malo y del poder para escoger que Dios otorgó. Por último, la muerte física, que era necesaria para que nuestro tiempo en la Tierra fuese temporal, a fin de que no viviésemos para siempre en nuestros pecados.
La tercera es la redención de la Caída. Necesitariamos una manera devencer la muerte tanto física como espiritual. Por tanto, un Redentor, el Hijo Unigénito de Dios, Jesucristo, sufrió y murió para expiar la transgresión de Adán y Eva, y proporcionar así la resurrección y la inmortalidad para todos. Además, ya que ninguno de nosotros será perfecta y constantemente obediente a la ley del Evangelio, Su expiación también nos redime de nuestros propios pecados, si nosarrepentimos. Con la gracia expiatoria del Salvador, que proporciona el perdón de los pecados y la santificación del alma, podemos nacer otra vez espiritualmente y reconciliarnos con Dios. Nuestra muerte espiritual, nuestra separación de Dios, llegará a su fin.
La cuarta y última, es el entorno para nuestro nacimiento físico y subsiguiente renacimiento espiritual en el reino de Dios. Dios ordenóque los hombres y las mujeres debían casarse y dar a luz hijos, y crear así, en colaboración con Dios, los cuerpos físicos que son indispensables para la prueba de la mortalidad, y esenciales para la gloria eterna con Él. ordenó que los padres debían establecer familias y criar a sus hijos en la luz y la verdad, conduciéndolos hacia una esperanza en Cristo. 

Al conocer la razón por la quesalimos de la presencia de nuestro Padre Celestial y lo que se requiere para regresar y ser exaltados con Él, queda muy claro que nada, en lo que respecta a nuestro tiempo en la Tierra, puede ser más importante que el nacimiento físico y el renacimiento espiritual, los dos requisitos necesarios para obtener la vida eterna. 

Ya para terminar en las palabras del Elder Christofferson: el “deber” del...