El porvenir de una ilusión

Inaugura una serie de estudios que habrían de constituir su preocupación primordial por el resto de si vida. Le siguen El malestar en la cultura (1930), Nuevas conferencias al psicoanálisis (1933), ¿Por qué a la guerra?(1933) y Moisés y la religión monoteísta (1939).

Capítulo I:
La cultura humana que es todo en lo cual la vida humana se ha elevado por encima de sus condiciones animales y sedistingue de ésta. Su función esencial es protegernos de la naturaleza sin ella y su renuncia q exige nos mataríamos entre todos los hombres, seriamos animales. Tiene 2 aspectos:
abarca todo el saber y poder-hacer q los hombres han adquirido para satisfacer sus necesidades
comprende todas las normas necesarias para regular los vínculos recíprocos entre los hombres, en particular los bienesasequibles.
Ambas se influyen pq los vínculos entre los seres humanos son influidos por la medida de satisfacción pulsional q los bienes existentes hacen posible, y pq el ser humano puede relacionarse al otro como bien él mismo y pq todo individuo es enemigo de la cultura: sienten gravosos los sacrificios a q los obliga la cultura. Por eso la cultura se protege de los indiv. a través de sus normase instituciones.
La pregunta es si la cultura cuyas bases descansan en una compulsión al trabajo para obtener medios de vida y a la renuncia pulsional, en donde puedan consagrarse a producir bienes y gozarlos; merece conservarse. Hay q agregar el hecho de la presencia de tendencias destructivas, antisociales y anticulturales del hombre.
Lo decisivo será el modo en q se logre aliviar la cargadel sacrificio de lo pulsional, y reconciliarnos con la q siga siendo necesaria.
Dos propiedades de los s.h. son culpables de q las normas culturales sólo puedan conservarse mediante cierto grado de compulsión: no gustan de trabajar y los argumentos ada pueden contra sus pasiones (el carácter de las masas, producto del rechazo a las normas y a la cultura) Piensa que la educación desde la infanciapodría lograr un cambio cultural, en donde no se produzca este malestar a la cultura producto de la renuncia pulsional q pide a los hombres.

Capítulo II:
Junto a los bienes hay otros medios capaces de conservar la cultura, unos compulsivos y otros destinados a reconciliar con ella a los s.h., q son el patrimonio anímico de la cultura humana:
Prohibiciones culturales y moral: llamamosfrustración (denegación al hecho de q una pulsión no pueda ser satisfecha), prohibición (la norma q la establece) y privación (estado producido por la prohibición). Las privaciones universales son las + antiguas: incesto, canibalismo y gusto por matar. En estas renuncias interviene un factor Psicol. El superyo, quien acoge e interioriza poco a poco la compulsión externa, a través de esta instanciadeviene lo moral y social. El fortalecimiento del superyo es un patrimonio psicológico de la cultura de supremo valor, las personas en quienes se consuma se transforman de enemigos de la cultura en portadores de ella. La medida de la interiorización es muy diversa para c/u de las prohibiciones, así una gran mayoría solo obedecen a las prohibiciones culturales presionados por la compulsión externa,sólo donde ésta pueda asegurar su vigencia y por el tiempo q sea temible. La privaciones se observan tb a determinadas clases sociales, en donde las oprimidas no están dispuestas a reconocer las prohibiciones, quieren destruir a la cultura misma.
Ideales: sus valoraciones q indican cuales son sus logros supremos y + apetecibles. Se forman tras los primeros logros posibilitados por la conjunciónentre los dotes interiores y externos de la cultura, reafirmados luego por el ideal con miras a su prosecución. La satisfacción de esta ideal es de naturaleza narcisista, descansa en el orgullo por el logro ya obtenido. Esta necesita la comparación con otras culturas y son objeto de discordia entre éstas. La satisfacción con el ideal contrarresta el malestar con la cultura.
Arte: satisfacción...