El Pozo Y El Pendulo
Nada sabemos, en fin, del delito cometido por laprimera persona del singular que narra la historia. Sólo que es condenado a muerte y que inmediatamente es encerrado en un oscuro lugar, sin dimensiones conocidas, sin tiempo de ejecución: lo más cercanoal vacío que nos podamos imaginar.
Como buen autor estadounidense, no tarda Poe en hacer que su aterrorizado personaje deambule por la celda y elucubre, a partir del tacto y del cálculo, lasprobables dimensiones y forma del lugar de reclusión. Todo ello, por supuesto, expresado en yardas. Cualquier lector de Twain, Swift o Defoe se maneja en yardas con soltura y naturalidad casi innatas.Para Edgar Allan Poe el cuento tenía una ventaja sobre la novela, como expresó en Filosofía de la composición: la brevedad del relato permite una lectura continua, sin interrupciones, y esto posibilitaque el lector quede en manos del escritor todo el tiempo. Poe intentaba conseguir la llamada “totalidad de interés”, que consiste en alcanzar la mayor excitación en el que lee, provocando una únicasensación. Y, entre todas las sensaciones, la más fuerte es el horror. Por eso, considera este autor que existe una determinada longitud de la narración que resulta idónea para este fin, para este...
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