El príncipe

el príncipeUniversidad Pedagógica Nacional
Facultad de Humanidades
Licenciatura en Filosofía
Filosofía Política
Docente: José Onorio Martínez.
José Leonardo Guevara

Maquiavelo ¿hacia una ética utilitarista?
“Hay que saber que, de los deseos, unos son necesarios, los otros vanos,
Y entre los naturales hay algunos que son necesarios y otros tan sólo naturales.
De los necesarios,unos son indispensables para conseguir la felicidad;
Otros, para el bienestar del cuerpo; otros, para la propia vida.
De modo que, si los conocemos bien, sabremos relacionar cada elección o cada negativa con la salud del cuerpo
O la Tranquilidad del alma, ya que éste es el objetivo de una vida feliz”. Epicuro.

Es el propósito de este ensayo dar a conocer la propuesta ética y políticapresentada por Nicolás Maquiavelo en su obra característica: “el príncipe”. Nuestra intención, sin embargo, si bifurcará en dos proyectos fundamentales. En primer lugar, analizaremos las tesis maquiavélicas, es decir, el modelo de príncipe. La manera en la que éste ha de obrar, los medios en los que se desenvuelve, junto con las virtudes que le caracterizan. En segundo lugar, examinaremos lapropuesta ética y política de Maquiavelo, y veremos si, en efecto, se trata de una invitación a una “praxis social” utilitarista. Aclararemos de antemano, que nuestra referencia a utilitarismo se trata principalmente de una ética que considerará los factores de relevancia moral para obtener un mayor beneficio, por el menor costo (Singer 2000: 382). En otras palabras, se trata de obrar en los dilemasmorales que, generalmente, ocurren en el ámbito social, considerando aquello que sea más útil para la mayoría. Utilidad cobra en nuestro título un significado que no se aparta de la noción de placer; son justas las acciones cuando tienden a promover la felicidad, e injustas cuando quieren apartarse de ella (Mill 2002: 36). Por supuesto, la vida está en su mayor medida llena de turbaciones ydecepciones, así que una ética utilitarista promovería un recto examen de las situaciones, no siempre evitando el dolor, sino que aceptándolo circunstancialmente si conllevará, más tarde, a una felicidad mayor tanto para sí como para otros; un bien superior.
Dentro del marco de lo que el propio Maquiavelo consideró no puede serle ajeno al príncipe, cabe resaltar que éste debe valerse de los mediosnecesarios para conservar el estado y mantenerse en el poder. Ciertamente, Maquiavelo cita diferentes clases de principados; sean los que son hereditarios, o los que se adquieren por diversos modos (la fortuna, en virtud de los poderosos, o por consenso general de los ciudadanos), en los que un príncipe tiene que o valerse del terror o la piedad para mantenerlos (Maquiavelo 2010:96). Puede objetarseque el pensador italiano tiende a una propuesta mezquina para que un hombre mantenga subyugados y bajo control a los otros. Sin embargo, ésta no parece ser la razón por la que un príncipe no debe permitir que sus dominios le sean arrebatados. Tal como lo señala Hobbes: “es posible que parezca que el sometimiento a los caprichos de una persona conduzca diversas injurias, ni obstante, estos dañosson, aún así, preferibles a los horrores de la guerra civil” (Hobbes 2003: 73). Ésta es una circunstancia que Maquiavelo tampoco pasa por alto. El sometimiento a la voluntad del príncipe por parte de los ciudadanos no es un acto de injusticia, porque el príncipe vela por la seguridad de los mismos, seguridad que se halla en el estado. De no ser así, los hombres caerían en guerra constante, en lasmás pérfidas situaciones, pues al no existir una ley que los sujete, no sabrán dirigirse y obrar conforme al bien común.
En relación con lo anterior es pertinente señalar que el príncipe ha de dejarse guiar por el conocimiento, si no desea ver su estado en la miseria. El príncipe conoce los límites de su capacidad (Maquiavelo 2010: 51), por eso ha de saber servirse de la historia y apropiarse...