El Precio De La Verdad

El Precio De La Verdad

Entre 1995 y 1998, el joven Stephen Glass se convirtió en un prestigioso periodista, admirado por sus compañeros de trabajo y solicitado por numerosos medios decomunicación, gracias a los 41 artículos que publicó en la influyente revista de análisis político The New Republic. Pero un día otros publicista o periodistas de la competencia se dieron cuenta de lafalsedad de un reportaje de Glass sobre un congreso de hackers. La acusación cayó sobre los hombros de Chuck Lane, un joven, honesto, que acababa de asumir la dirección de The New Republic en sustituciónde un periodista carismático y en contra de la opinión de casi toda la redacción.
Es un muy interesante drama moral que denuncia el sensacionalismo periodístico, las miserias de la moral del triunfoa cualquier precio y la vacuidad de la cultura de las apariencias, al paso que elogia sin ambages el trabajo bien hecho y la madurez en las relaciones profesionales y personales.
El precio de laverdad es de esas películas que te hace reflexionar acerca de lo que ha visto, en este caso un drama en el que se nos plantean dos interesantísimas cuestiones: el poder de la prensa y de los medios decomunicación y el hecho de que las personas que trabajan en ellos no lo utilicen con responsabilidad.

Un periodista, como cualquier otro ser humano, tiene derecho a pensar de una determinada forma y aexpresarse libremente. Ahora bien, su trabajo se debe basar en unas fuentes y unos datos reales. En la película, vemos como el periodista, trata de llegar a la fama lo antes posible y para ellorecurre a transformar noticias o inventarlas directamente. En la película vemos las dos caras de la moneda, el momento en que es un triunfador en el que tiene el respeto de sus compañeros, y el momento enel que pierde todo su crédito periodístico. Y es en este momento, en el que tratando de ocultar su mentira, recurre a más mentiras que al final acaban haciendo insostenible su versión.

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