El Principe de Nicolas Maqueavelico
Los antimaquiavelistas declarados han llegado a categorizar a El Príncipe como una “obra del diablo”,guiados primordialmente por prejuicios de índole moral y religiosa, como William Shakespeare quien lo denomina “el sanguinario Maquiavelo”, o como una apología de la tiranía, tal cual declara Diderot. Los maquiavelistas[1], por su parte, dentro de cuyas filas se encuentra el mismo Benito Mussolini (mismo que edita y prologa una edición de la obra y tilda a Maquiavelo como “teórico del Estadototalitario”), han visto en la obra un exhorto para la unificación de la patria y la defensa del territorio nacional, o bien, sin llevar al extremo la adulación de los preceptos contenidos en la obra, han encontrado en El Príncipe atisbos útiles para encaminar las acciones políticas de los gobernantes.
Sin embargo, la crítica actual de la obra se ha centrado en analizarla en su plena naturaleza: como untratado político, plagado de referencias literarias e históricas, que ayudan a dibujar el rostro de una Italia que debía enfrentarse a la búsqueda de la estabilidad económica, social, cultural y política, durante un periodo renacentista repleto de todo tipo de transformaciones. De esta manera, antes de aventurar cualquier juicio, es preciso señalar que un texto tan directo, breve y apasionado comoEl Príncipe debe ser leído detenidamente, intentando que el “pesimismo agudo de Maquiavelo en lo que concierne a la naturaleza humana” (Gómez 16) sea interpretado en la medida del contexto de la obra, de su unidad como tratado de política del siglo XVI y, finalmente, con una actitud crítica del antecendente de la política moderna.
Como contexto cabe señalar que durante los siglos XV y XVIEuropa vivió un profundo cambio en la manera de entender e interpretar el mundo y al ser humano. En este periodo denominado Renacimiento, la ciencia y las artes se vieron transformadas; la concepción teocéntrica de la realidad fue puesta en duda por las ideas de Copérnico (1473-1543) y Galileo (1564-1642) quienes situaron a la tierra fuera del centro del universo; la invención de la imprenta permitiódifundir textos exclusivos, principalmente la Biblia, así como sus traducciones a las lenguas “vulgares”, como se consideraba al castellano, por ejemplo. De la misma manera, la Reforma Protestante debilitó la supremacía de la iglesia Católica Cristiana, y el surgimiento de los primeros atisbos del capitalismo mercantil, aunado a las campañas de exploración marítima y al “descubrimiento deAmérica”, permitieron el desarrollo económico del viejo Continente incrementando las arcas de las naciones.
A partir de lo anterior, el clima de renovación de la “Era de los descubrimientos” se tradujo en una actitud humanista que paradójicamente retomaba los modelos de la antigüedad clásica griega y romana. Esta actitud consideraba que se podía acceder al conocimiento puro mediante la interpretaciónprofunda de las escuelas filosóficas grecolatinas, a través del ejercicio científico aplicado para la comprensión del espíritu humano. A partir de esta renovación del pensamiento europeo fue posible el desarrollo de la gramática, retórica, literatura, filosofía moral, historia y política, reflejando la diversidad de la conducta humana, lejos del reduccionismo moral del cristianismo durante la...
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