El Principe
Asi es que la voluntad del pueblo y la del príncipe, la fuerza pública del estado y la particulardel gobierno, todo obedece al mismo móvil, todos los resortes de la máquina están en la misma mano, todo camina al mismo fin, no hay movimientos encontrados que se destruyan mutuamente, y no es posible imaginar ninguna especie de constitución en la que un esfuerzo tan pequeño produzca una acción mas considerable. Arquímedes, sentado tranquilamente en la playa y botando sin fatiga al mar una grandenave, es la imágen de un hábil monarca que gobierna sus vastos estados desde su gabinete, y lo hace mover todo, permaneciendo él al parecer inmóvil.
Pero si bien es verdad que no hay gobierno mas vigoroso, no lo es menos que no hay ninguno, en que la voluntad particular tenga mayor imperio y domine mas facilmente a las demás: todo se dirije al mismo fin, es cierto; pero este fin no es el de lapública felicidad, y la fuerza misma de la administración se convierte sin cesar en perjuicio del estado.
Los reyes quieren ser absolutos y se les grita desde lejos que el mejor medio para serlo es el de hacerse amar de sus pueblos. Esta máxima es muy hermosa y aun verdadera bajo ciertos respectos: desgraciadamente siempre se hará burla de ella en las cortes. El poder que deriva del amor de lospueblos es sin duda alguna el mejor; pero es precario y condicional, y nunca satisfará a los príncipes. Los mejores reyes quieren poder ser malos si les acomoda, sin dejar por esto de ser los señores. Por mas que un orador político les predique que, consistiendo su fuerza en la del pueblo, su principal interés está en que este sea floreciente, numeroso y respetable, no harán ningun caso: saben ellosmejor que nadie que no es verdad. Su interés personal consiste antes que todo en que el pueblo sea débil y miserable, y en que nunca les pueda hacer resistencia.
Confieso, que suponiendo a los súbditos siempre enteramente sometidos, el interés del príncipe seria entonces que el pueblo fuese poderoso, pues siendo suyo el poder de este, se haria temer de sus vecinos; pero como este interés solo essecundario y subordinado, y las dos suposiciones incompatibles, es natural que los principes dén siempre la preferencia a la máxima que les es inmediatamente mas útil. Esto es lo que Samuel hacia presente con vigor a los Hebreos; esto es lo que Maquiavelo ha demostrado con evidencia. Fingiendo este último que daba lecciones a los reyes, las ha dado muy grandes a los pueblos. El Príncipe deMaquiavelo es el libro de los republicanos.
Hemos visto por medio de las relaciones generales, que la monarquía solo conviene a los grandes estados; y lo vemos aun examinándola en sí misma. Cuanto mas numerosa es la administración pública, tanto mas la relación del príncipe a los súbditos se disminuye y va acercándose a la igualdad; de modo que en la democracia esta relación es como uno, o bien la mismaigualdad.
Esta misma relación se aumenta a medida que el gobierno se estrecha, y está en su maximum cuando el gobierno se halla en manos de uno solo. Entonces se encuentra una distancia demásiado grande entre el príncipe y el pueblo, y el estado se halla falto de enlace. Para formarlo, se necesita pues que haya clases intermedias; y para llenar estas clases debe haber príncipes, grandes y...
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