El Principio De Liderazgo De Calidad

ERNEST SHACKLETON
Shackleton no duerme aquella noche. Hace ya casi 10 meses, desde el 19 de enero de 1915, que su barco esta inmovilizado en el mar de Weddell, aferrado por grandes témpanos que lerodean y aprietan. Se sabe que a partir de ese momento comienza la verdadera odisea. A las cinco de la tarde de aquel miércoles 27 de octubre, Shackleton ordena abandonar el barco que hasta entoncesles había cobijado y decide instalar un campamento. Los 28 hombres de la expedición están más lejos que nunca de la más remota posibilidad de ser rescatados. Creían que en el verano saldrían de aquellaincómoda situación. Pero al romperse el hielo y producirse el desplazamiento de grandes témpanos que llegaban a montarse unos sobre otros, su barco, el Enduarce, empezó a ser apretado por esasgrandes tenazas de agua de mar congelado.
La marcha hacia el norte iba a ser penosa, agotadora y lenta. Los hombres tuvieron que seleccionar cuidadosamente lo que iban a cargar. Shackleton ordenó entoncespreparar los tres botes de salvamento del Enduarce y recoger únicamente alimentos, abrigos aceite y combustible. Poco a poco la tripulación del Enduarce fue ganando camino hacia el norte. Arrastrabanlos pesados botes sobre trineos a medida que el hielo se resquebrajaba, porque a partir de diciembre de 1915, el aumento de la temperatura hizo que el hielo se debilitara y que tuvieran que desviarsemuchas veces para buscar desesperadamente témpanos más gruesos y sólidos.
Estaban en tierra firme por primera vez en 16 meses, pero el terreno no les ofrecía salvación alguna, decidido a salvar lavida de todos aquellos que había confiado en él y que ahora se encontraban inmersos en una despiadada realidad, Shackleton zarpa el 20 de abril rumbo a Georgia del Sur, distante 800 millas náuticas,para pedir ayuda en la estación ballenera de Grytviken. Cuatro días después acompañado por el teniente de navío, el carpintero y dos marineros, se hizo a la mar. Su equipo consistía además de las...