el principio de pascal

EL MUNDO. DOMINGO 18 DE ABRIL DE 2010 EUREKA 5
 TECNOLOGÍA
ÁNGEL JIMÉNEZ DE LUIS
er a Aikon II en acción
no se diferencia
mucho de ver a un artista.
Su obra comienza
como una colección
delíneas sin sentido,
distribuidas de
forma casi aleatoria
sobre un papel. A los
pocos minutos, y con
movimientos algo torpes, el conjunto
empieza a tomar formas reconocibles;
un ojo, una ceja, unanariz o la curva de los labios.
Cuando termina, el resultado es
un boceto muy realista, similar al
que alguien con talento podría dibujar
a mano alzada en una hoja
de papel mirando a la personaque
tiene delante.
Es un dibujo que no sorprendería
encontrar en los cuadernos de estudio
de un escultor o un pintor. Arte
hecho con prisa. Pero Aikon II no
es un escultor ni un pintor. Es unbrazo robótico fijo sobre una tabla
de madera y acompañado de un
software que le dice cómo debe
plasmar lo que ve desde una webcam.
El proceso que sigue a la hora
de dibujar, sin embargo, essimilar
al que, según los psicólogos y neurocientíficos,
usamos los humanos
desde hacemás de 30.000 años.
Partiendo de una imagen real, este
robot interpreta de forma libre
los diferentes elementosque la
componen, extrae y aísla aquello
que considera interesante –en este
caso los rostros– y busca la esencia
de sus formas y la mejor manera de
reconstruirlo usando líneas dibujadasrápidamente sobre un papel.
Patrick Tresset y Frederic Fol
Leymarie, los dos científicos encargados
del proyecto en la Universidad
Goldsmiths de Londres, comenzaron
a trabajar en el Aikon I en el
año 2004.Querían entender qué ve
un artista cuando mira el mundo
que le rodea. «¿Qué es lo que explica
que a partir de los mismos estímulos
visuales alguien sea capaz de
crear una representaciónartística
en sólo unos segundos mientras
que otros nunca consiguen ese grado
de fidelidad? ¿Qué hace que
unas líneas sean atractivas y comuniquen
algo?», se preguntaban.
Tresset, que además de...