El problema se llama desesperación

Introducción


Hace mucho que no escribo. La verdad es que no encontraba el momento para hacerlo.
Cuando uno quiere contar algo, lo hace con una finalidad, o un objetivo determinado, pero sinceramente, yo no hallaba nada.
Desde ya hace varios meses, me he puesto a pensar sobre muchas cosas cotidianas, cosas que aparentemente nos suceden a todos. Cosas positivas, buenas y hermosas; comotambién otras desagradables, angustiantes e ilógicas en algún sentido.
“Son cosas que pasan hijo”, me diría mi padre; “las cosas de la vida…”
Justamente, aquí, en este momento señor lector, me he propuesto contarles una historia. Una historia que, como otras, es muy apasionante, una historia que es real, una historia sobre la vida.




El problema se llama “desesperación”.

Capitulo I

Elsometido se llama Marcos Johanssen, un estudiante de filosofía, de apenas 22 años.
La vida de Marcos no es muy diferente a la de cualquier adolescente; teniendo en cuenta que por lo que suponemos y pensamos de alguna u otra manera los estudiantes de filosofía llevan una vida no muy normal dedicada solo a la lectura de libros extensos y fastidiosos, y con una cierta admiración extrema por variosautores antiguos.
Marcos, el propio estudiante adolescente, tenía una vida tanto sentimental como laboral, relativamente normal; tenia muchos amigos, charlaba diariamente con sus padres, fumaba algún que otro cigarrillo Lucky de vez en cuando, y hasta muy inhabitualmente tomaba varias medidas de wisky por las noches.
En su entorno familiar, había muy buena predisposición para con él.
Su madre,una mujer muy bella, con pelos rubios teñidos, y ojos colores pardos, representaba la postura extrema de la mamá celosa y protectora. Ella, en relación a la carrera universitaria de su hijo no estaba muy de acuerdo, debido a que según lo manifestaba, esa carrera no solo lo enloquecería, sino que también provocaría en su personalidad un malestar totalmente notable. Según ella, su hijo ya no reía…Su padre, que de hecho era un hombre sumamente recto y de manifestar pocas palabras, coincidía con su esposa. Su hijo era muy inteligente y capas, según él, muy querido también por muchas personas ajenas a la familia, pero con actitudes no aptas para ciertas ocasiones.
Marcos no era para nada simpático en su casa, aunque según dichos de los propios vecinos, fuera de su casa era una “Ternura”.
Lafilosofía le apasionaba, pasaba horas y horas leyendo libros, noches enteras sin dormir preguntándose cosas que intrigaban a esos autores. Adicto a la cafeína, Marcos, llegó a tomar hasta dos paquetes de 1kg de café por día; lo que también, en poca medida comenzaba a hacer molestia para su familia, ya que el gasto que ocasionaba no solo era excesivo, sino más bien, innecesario.
Lógicamente, elhumor de este joven, no era el apropiado; su mala cara, su horrible aspecto frente a los otros integrantes de la familia, hacia ver un poco el grado de locura en el que se estaba sumergiendo.
Su madre, que de hecho era una persona muy sensible, no solo se preocupaba por él, sino también comenzó a pensar que a su hijo algo muy malo estaba por pasarle. Tras la preocupación constante, se dirigió unamañana al consultorio de un compañero de la infancia que ejercía la profesión de Psiquiatra:

Nilda: hola Doctor, disculpe la molestia (abriendo la puerta luego de que la secretaria le avisara que ya podía entrar)

Doctor: hola Nilda, ¿como estas? Vos me podes tutear eh. (Sonriente ya sabiendo que seria ella quien entraría).

Nilda: Sonrió levemente…

Doctor: ¿Qué te trae por acá? Haciaun montón que no te veía. Vos sabes que antes de ayer, vino Raúl, ¿te acordás nuestro compañero de segundo que se sentaba delante de nosotros dos?

Nilda:(escuchaba, con ganas de contarle urgente su preocupación).

Doctor: ¡pero sentate che! ¿Querés tomar algo? (le insiste a su amiga del secundario)

Doctor: y como te estaba contando…, vino porque dice que su hijo es esquizofrénico, aunque...