El proceso de las artes 1910-1970

Nuestro país puede ser entendido como perteneciente al ámbito de la cultura occidental o europea, como contradictorios o como más o menos ajenos a ella.
Para fines de la época porfiriana se había modificado el sentido de las manifestaciones culturales. México se encontraba, en esa época de apertura con respecto al exterior, lo cual se manifestaba en el deseo de ser reconocido como “un paíscivilizado”, “a la altura de las naciones cultas del mundo”. Atrás habían quedado los ideales de los prohombres de la cultura nacionalista de la Reforma como: Ignacio Manuel Altamirano, López López, Olaguibel o el mismo José Marti. También había quedado atrás en ideología el arte más o menos fallido a que había dado lugar aquél entusiasmo.
Gente más joven, que había viajado a París o a las ciudadesAlemanas del último romanticismo y del simbolismo y que había asimilado no solo los estilos, sino aún el modo “bohemio” de vivir. En México pintaban, grababan o dibujaban como lo habrían hecho en Europa y arrastraban por cafés, cantinas, cervecerías y burdeles su vida bohemia. La Revista Moderna les encargaba viñetas y festejaba cada vez que atravesaban el océano. Los más notables de entre ellosfueron Julio Ruelas y Jesús contreras. Ruelas, pintor, dibujante, grabador es el caso más claro del artista simbolista; asimiló y fue uno de los importantes exponentes de las formas decorativas que forjaba el entonces novísimo Art Nouveau. Jesús contreras participa de sensibilidad semejante, afilada y quebradiza; aunque su fama lo llevó a aceptar encargos civiles, aflora mucho más su personalidad enobras más íntimas.
La estirpe de Ruelas y Contreras subsistió todavía con el escultor Enrique Guerra (1871-1943), que sin embargo busca un sentido heróico y monumental, procedente de los nuevos aires que Maillol y Bourdelle hacían soplar; en el pintor simbolista Germán Gedovius; y alcanzó incluso a un pintor joven que después recorrería eclécticamente medio siglo de la historia del arte enMéxico: Roberto Montenegro.
Al mismo tiempo que esto sucedía, ignorados en todo y por todo de la alta cultura, trabajaban en la Ciudad de México dos grabadores extraordinarios, cronistas natos de la realidad y la fantasía del ambiente urbano, que tenía el descaro de restregarles en la cara a los señores de la cultura que México, a pesar de lo que ellos quisieran, no era París. Manuel Manilla yGuadalupe Posada serían los representantes de una “contracultura porfiriana”. No son verdaderamente artistas populares, sino hombres formados en los aledaños de la cultura oficial que toman el partido del artesano.
La Ciudad de México que se había mantenido casi inalterable en su fisonomía fundamental durante el siglo de la independencia, empezó a resentir mutaciones y mutilaciones al triunfo delliberalismo: Destrucción de capillas, derrumbamiento de viejos conjuntos conventuales para abrir calles más o menos inútiles. Antes, la carencia de dinero había reducido los deseos de borrar el pasado colonial a enjalbegar paramentos de tezontle o alterar vanos de puertas y ventanas. Para fines del porfirismo, en cambio se dio la posibilidad de levantar nuevos y fastuosos edificios públicos, que son unreflejo de la ecléctica y confusa arquitectura que privaba en la Europa de entonces.
Una fecha importante y con sentido político, es 1911, en que los estudiantes de la Academia de San Carlos hacen una larga huelga. Había fermentos de novedad, en buena parte instigados a los muchachos por el Dr. Atl (Gerardo Murillo), que había vuelto de Europa con el ánimo de que se necesitaba sacudir el ambienteartístico de México. Fuera de la academia esos nuevos rumbos los marcaba un pintor callado y tímido, Joaquín Clausell, que iniciaba una especie de impresionismo local, no muy cercano al original francés y si en cambio muy rico en colorido y en su transmutación simbólica y sentimental de la naturaleza. Los estudiantes más talentosos se habían dispersado en medio de los acontecimientos políticos,...