El profesor

El día de hoy los alumnos de Actuaría nos encontramos bajo sentimientos de tristeza y melancolía debido a la salida de nuestro gran amigo, maestro y guía Rubén López Haro.

Muchos de nosotrostuvimos nuestra introducción a la carrera con usted. Como olvidar ese primer contacto y la emoción que nos dio, nos hizo enamorarnos de la carrera o buscar nuestro camino ideal. Luego vivimos sus clases definanzas. Y ¡qué clases! hemos de aceptar. Su materia era dura, sus exámenes aún más, pero nuestro aprendizaje supera cualquier presión. Muchos nos tropezamos millones de veces, pero un millón deveces más nos levantamos.

Siempre pudimos contar con usted. Que si “me fue muy mal en la materia”, que si “no estoy seguro de poder soportar la presión”, incluso casos como “rompí con mi novia”. Ustedsiempre nos aconsejó, nos dio muchas sabias palabras para seguir adelante, nos impulsó y nos demostró que luchar y disfrutar era la parte primordial.

Y qué tal nuestros convivios fuera de clases.Es usted una leyenda jugando futbol, incluso como entrenador. Los desayunos en la cafe improvisados, bromeando sobre si alguna vez sería un maestro “barco”. Y los intercambios en diciembre dondeaprovechábamos a jugar volibol, basquetbol, futbol (Obviamente), y nos regalábamos objetos significativos con una pizca de ocurrente humor.

Numerosas veces escuchó comentarios negativos sobre su clase osu manera de evaluar. El típico “¡Che Rubén!”. Alumnos mayores que intimidaban a los nuevos con comentarios sobre sus clases; inclusive maestros que no estaban de acuerdo con su manera de ser. Sinembargo usted siempre siguió sus ideales. Ganas de ceder fueron muchas, pero sus ganas de enseñarnos fue lo que lo lleva a ser el gran maestro que tanto valoramos.

Es una tristeza verlo irsecaminando de esa oficina que fue el refugio de muchos. No sabemos cuales fueron las razones. Pero sí sabemos que lo apreciamos, que lo recordaremos y lo extrañaremos. Usted nos enseñó miles de cosas, y el...