El Profesorado Y Sus Estilos
Profesor titular de Didáctica y Organización Escolar de la Universidad de Santiago de Compostela
Felipe Trillo Alonso
Caracterización de los tres modelos más emblemáticos del desarrollo profesional del profesorado: el técnico, el práctico y el crítico. También se comentan las consecuencias que cada uno de ellos tieneen relación con la resistencia o el compromiso con la innovación educativa y el cambio en la escuela. La investigación educativa ha desvelado muchas de las claves que nos permiten entender el proceso de concreción en la práctica de los procesos de innovación. Así, desde hace tiempo sabemos «que una reforma no ocurre en su planificación y diseño», y «que una reforma sólo llega a ser realidad en lamedida en que es desarrollada reflexiva y críticamente por sus agentes más decisivos: los centros y los profesores» (Escudero Muñoz, 1990). ¿Qué pasa con ellos?, ésta es la pregunta que intento responder en este artículo, haciendo una descripción, intencionadamente caricaturizada, de esa realidad personal de los profesores que está conformada por sus modos de actuar, estructuras de pensamiento,creencias, conocimiento práctico, etcétera (González y Escudero, 1987:25). En esa dirección identifico tres estilos -técnico, práctico y crítico-, que nominalmente se corresponden con las estructuras de racionalidad a las que se refiere Kemmis (1988), explica más ampliamente Grundy (1991), y que suponen un desarrollo de la teoría de los intereses constitutivos del conocimiento de Habermas. Noobstante, debo advertir que mi tratamiento en este caso es, académicamente hablando, poco riguroso respecto de los modelos citados, en beneficio de que resulte más sugerente y digerible; quiero decir con esto, que las categorías que he adoptado no se corresponden, salvo en parte, con lo señalado por estos autores, pues, como dije, he caricaturizado algunos rasgos para identificarlos mejor. ESTILOTÉCNICO Al técnico le preocupa el cómo: cómo hacer lo que le dicen que haga. El qué hacer no es cosa suya, le viene dado. Los porqués y para qué son algo que conocen quienes saben más. Así, y en el actual contexto de la Reforma, lo ignora prácticamente todo: no ha sentido interés alguno por leer el Libro Blanco, y en él ni siquiera lo que se refiere a las necesidades y objetivos de la Reforma. El debatesobre la calidad del sistema educativo le resulta, si no ajeno, sí lo suficientemente complejo en apariencia como para no abordarlo por temor a meter la pata (al fin y al cabo él—se justifica— no conoce la terminología...). La opción por un currículum básico y la dinámica de trabajo que suponen los PECs y PCCs, así como eso del modelo constructivista de enseñanza-aprendizaje, es algo que noconoce, por lo tanto no lo entiende, y en consecuencia lo rechaza. La manera
2 más suave de expresar ese rechazo es pensar que se trata de otra moda más, y él «ya pasó por varias», se dice con cierto asomo de escepticismo que, por otra parte, se contradice con su preocupación por hacer las cosas como le mandan. El técnico es, por lo tanto, muy jerárquico, y asume sin cuestionar su condición: la másbaja, según él (o ella) en el organigrama de cuantos tienen que ver con el currículum. Reproduce así, sin saberlo, la clásica división entre lo intelectual y lo manual (que supondría aquí la puesta en práctica). En el reconocimiento de que «es un mandado», hay cierta resignación, pero también cierto alivio; la responsabilidad no es suya: «Que hagan bien las cosas» los otros... El técnico es muyindividualista. Para él la enseñanza se resuelve en el aula; y en ésta él, que es el primer prisionero del sistema, se reconoce como amo y señor: que nadie le entre, que nadie que sea su igual jerárquico (y ya no digamos aquel que para él es un inferior en estas cosas, como lo son los padres) le venga a decir lo que tiene que hacer puertas adentro. Puede sorprender que, traspasado el umbral de su...
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