El reclamo de una rana
Hoy en la mañana me desperté, y tratando de ignorar los reclamos de los ladrillosque dejaría intactos, huí de mi cuarto con tan mala fortuna que al salir me estrellé de frente con una imagen invisible que, desde entonces, no se ha borrado de mi cabeza. Esta imagen no se siente,no se ve, no se escucha ni se entiende; no se conoce, no se puede tocar, es imposible saborearla y mucho menos sentir su aroma; tampoco se puede leer ni se puede invitar a tomar un café. No puede hacerlo anterior, pero puede hacer cualquier otra cosa.
Ya es mañana, y es otro día en el que tengo que verme en la penosa necesidad de quedar mal con mis amigas paredes. Ayer cuando salí de mi cuartoy luego de conocer una imagen que nunca vi, decidí tomarme un café en el letargo de mi mente. No había azúcar y me tocó agregarle a la taza otras dos libras de nostalgia. Hoy cuando salí de mi cuartome di cuenta de que esa taza aún estaba llena, pero decidí dejarla para después pues iba tarde para el encuentro con mi amiga la rana. Cuando llegué ya no estaba, pero me dejó una nota diciéndome quenos viéramos tres días antes en el mismo lugar en donde nos dimos nuestro primer beso dentro tres meses. Recuerdo que un día antes de ese beso me senté frente al ordenador a escribir en mi diario lo...
Regístrate para leer el documento completo.