El recreo

El recreo más largo del mundo

Hace como dos años y pico, cuando iba a … huy, casi meto la pata y se iban a dar cuenta a que grado voy ahora. Hace como dos años y pico, en un precioso día denoviembre, me sucedió lo más hermoso que le puede suceder a un alumno del La Salle. Fue increíble. En el tercer recreo, cuando todos creíamos que ya tocaba la campana, que se acababa la felicidad, nada.Roberto no llegaba nunca, la campana no sonaba, el recreo seguía. Yo buscaba alguna maestra para ver si tenía que subir, si se habían olvidado, pero en el patio no había nadie. En las galerías loschicos correteaban, se amontonaban contra las puertas y volvían al patio en tropel gritando ¡No hay nadie! ¡Recreo infinito! Ojo, algunas niñitas de primer grado lloraban juntitas en un rincón, noentendían nada. En eso pasaban tres chicos grandes diciendo: -Nunca vimos un recreo de 30 minutos. A disfrutarlo.

Cuando finalmente dejé de preocuparme si tenía que subir o no me puse a jugar.Jugué a todo: atrapaditas, escondida, elástico, manitos, etc. El tiempo parecía como que no pasaba nunca. Fui a la cantina y me compré un helado y me lo tomé super tranquila sentada en la escalera, enla parte de más arriba, donde nunca nos dejan subir. Y como estaba bien arriba me dieron ganas de ir más arriba y terminé frente a un lugar que nunca había visto .Estaba lleno de animales muertos,bichos raros, piedras y frascos muy interesantes. Mi papá, que vino a este colegio cuando era chico, me dijo que probablemente haya visto el museo, pero que raro porque él se acordaba que el museo estabaabajo. Bueno, salí corriendo de ahí, me cruzaba con un montón de chicos por todos lados. La librería era un loquero de chicos comprando figuritas y gogos, unos juguetitos que se usaban hace mucho.Dejé de dar vueltas por el colegio y volví al patio. El juego seguía, los chicos estaban más tranquilos, en la parte de la bandera estaba Roberto. Los golpecitos en el micrófono indicaban...