El recuerdo de un amargo secuestro

Aun me embarga la tristeza de aquel día del 13 de septiembre de 1998 en que me arrebataron de las manos a mi querida hija margarita. Sigo con el recuerdo de su hermoso pelo castaño que resaltaba susojos y su sonrisa cautivante. Sigo triste desde aquel día a las 10:00 a.m. en ese lugar donde no e podido sepultar mis recuerdos de ese trágico momento.

Desde que la invite a un día de campo ellahabía estado olvidando la vez en que vio a su madre muerta y sepultada en la fría tierra del recuerdo, con las rosas que reflejaban su belleza. Llegamos por fin, ella sonrió por primera vez desde lamuerte de su madre y yo era más feliz por volverla a ver sonreír, en vez de ver sus ojos decayendo al suelo; cuando estábamos comiendo al lado del lago, donde el sol se reflejaba en aquella agua tanlimpia como el corazón de mi hija. Cuando vi a un hombre camuflado, con un rifle mirándome y con una sonrisa donde se reflejaba sus malas intensiones.

En ese instante fui, abrasé a mi hija y corrí alauto para huir de ese lugar lleno de peligro, cuando estábamos en el auto ella me pregunto “papi qué pasa, ¿por qué estás así? Si estaba tan feliz contigo” no le respondí porque temía que seangustiara, entonces justo cuando llegaríamos a un lugar seguro, nos acorralaron y trataron de secuestrarme, pero mi hija vino, me abrazo y les pidió que se la llevaran aella; la agarraron y se alejaron rápidamente sin poder decir ninguna palabra me embargo la tristeza y caí arrodillado, llorando y pidiéndole a Dios que me lleven a mi y no a ella porque no queríaperder lo único que me quedaba en la vida “el amor de mi hija”.

No pude dejar de pensar en que hubiera pasado si me hubieran llevado a mi, estuve pensando una y otra vez; cuando de repente sonó micelular, ya eran las 10:00 de la noche; quede impactado porque era un negociador de la guerrilla, al principio me pidió 1000 millones de pesos por la liberación de mi hija, yo de inmediato accedí a dar...