El Reencuentro Con Mis Afectos(Cuento Corto=

"El reencuentro con mis afectos.”

Había vuelto después de mucho tiempo, trascurrieron años que parecían días, y estos, horas, minutos, segundos, todo volvió a sentirse, a palparse, como en aquellos días de mi niñez y adolescencia .
Ese pueblo tan añorado, mi querida y dulce ciudad de ITA, a escasos 37 km. De la capital , pero con un aroma acampo inconfundible; con tradiciones autóctonas, con gente sencilla y tan habitualmente hospitalaria, bien arraigada, en sus costumbres y tradiciones.
Como en los viejos tiempos al llegar a la entrada, con el vetusto y ya despintado cartel “BIENVENIDOS A LA CIUDAD DE LA ARTESANIA”, remontaba mi mente, mi cuerpo y mi espíritu, al mismo entusiasmo, quesentía , cuando llegaban los días de diciembre y empezaban las vacaciones de verano, que extraña sensación de júbilo, que lindo sentimiento olvidado, esa rara percepción del pasado, en todo mi ser interior.

Todo volvía, a revivirse, un resurgir de emociones y momentos felices, una especie de restauración de reminiscencias. Esa parte dela memoria almacenada por mucho tiempo; que renacía y hallaba su identidad, era la perfecta simbiosis entre la mente y el cuerpo, la equivalencia entre lo imaginario y verdadero, lo que efectivamente se había grabado en lo profundo de la inconciencia. Revivía poco a poco, en cada tramo de esa ruta, que transitaba lentamente,observando cada detalle de ese movimiento, apareciendo las casas, algunas vetustas, otras modernas, y los locales tradicionales : como la escuela, el colegio, la iglesia, los clubes deportivos,y la plaza; casi,casi, todo igual, como en aquellos tiempos.
Al acercarme a la casa de las tías, surge en mi, un efecto raro, una especie de admiración,entusiasmo, algo así como un imán que atraía mis impulsos, mis instintos, mis ganas de llegar lo antes posible, la impresión de estar en el lugar exacto, identificándome cada vez mas conmigo misma, con mi pasado, y mis hermosas añoranzas.

El paisaje inconfundible, a lo largo y a lo ancho del camino de la entrada principal , resaltaba el bellopastizal, matizado con algunos tristes yuyos que por suerte no alteraban lo lindo del sendero.
Con la complicidad silenciosa del campo, sin ruidos, ni nadie que divisara mi presencia. Sobresalían , inconfundiblemente los mangales con sus abundantes frutos, los naranjos, guayabos, el inolvidable,vetusto árbol del níspero y la anecdóticaparralera , que daba unas uvas negras tan dulces y ansiadas , que ni verdes las respetaba.
En el horizonte, la media tarde indicaba la puesta del sol, algunas sombras de ramajes se esfumaban y el rumor del agua de la laguna , llena de patos revoloteando, anunciaban el reflejo de mi llegada.
La cascada formada por el desborde del agua,luego de la lluvia intensa, hacían que las rocas brillaran, pareciendo espejos que transmitían poco a poco mi regreso. La suave brisa, golpeaba mi rostro, la magia de los pensamientos renacían como columnas de humo, el alma se olvidaba de si misma, mi corazón palpitaba precipitadamente, y las ganas de vivir nuevamente estaban latentes, masfuerte que nunca, con el deseo cumplido de estar allí en el lugar perfecto.
Doy unos pasos, la soledad reina, la casa esta vacía, pero poblada de recuerdos, recorro los grandes y largos corredores, oyéndose virtualmente, los raros pero tan vivos: gritos, murmullos, susurros y miles de travesuras de todos los amiguitos lugareños. Volvían las...