El reloj marcaba las 7

El reloj marcaba las 7:00 a.m. Escuche la molesta alarma por un largo e inagotable momento hasta que por fin pude sacar mi brazo de debajo de la sabana de mi cama y apretar el botón de “posponer” para seguir durmiendo. Pasaron 15 minutos que parecieron una hora y la alarma volvió a sonar. No tenía otra opción que despertarme, pues tenía que salir de mi casa 7:30 para llegar a tiempo a mi clasede francés. Me levante, puse el frio uniforme sobre mi piel de gallina y baje las escaleras para encontrarme con un delicioso desayuno compuesto por leche con chocolate, tostadas con mi dulce preferido y jugo de naranja recién exprimido. Luego de lavarme los dientes y apresarme en una pesada campera subimos al auto y fuimos al colegio. Encontramos 3 choques y a pesar de haber salido con media horade ventaja, igualmente todos llegamos tarde.
Al llegar al colegio me encamine hacia mi aula, la cual desafortunadamente se encontraba en el 5º piso del gigantesco edificio que era mi colegio. Tenía que subir 5 interminables escaleras con todo el peso de mi mochila en mi espalda y todo el agotamiento que eso implicaba un lunes por la mañana luego de haberse acostado tarde el domingo en una cenafamiliar. Tenía que hacer todo ese sacrificio por ver a mis mismos compañeros de siempre, con los mismos profesores de siempre en la misma pequeña y casi siempre olorosa aula de siempre para encontrarme con una clase a la que no quería acudir. Antes de abrir la misma puerta de siempre tenía la esperanza de encontrarme con el día que desde que tenía 7 años llame “El día Eureka”, un día nuevo,especial, en el que pasaban cosas extraordinarias, cosas que nunca iban a pasar. Mi reloj marcaba que mi clase había comenzado 20 minutos antes, pero igualmente abrí la puerta para encontrarme los ojos de mi profesora penetrando en los míos con mucho enojo, más bien furia, por haber llegado tarde a esa clase, la cual ella consideraba “la más importante de todas, para conocimientos extranjeros”. Mesenté en mi banco individual, abrí mi carpeta y comencé a tomar apuntes de sus aburridos, pero al parecer sabios, comentarios.
-Bonjour, mon nom est madame. Quel est votre nom?
-Mme bonjour mon nom est Josephine
Y esos fueron todos mis comentarios en la clase entera. Cuando el timbre del recreo sonó y todos acomodaron sus pertenencias en sus bancos mi amiga Lexi me llamo para que salgamos afuera.Durante los 10 minutos de recreo hablamos de un sueño que había tenido la noche pasada sobre un mundo raro lleno de criaturas y plantas extrañas, con gigantes y enanos, comidas servidas en capsulas y un rey que nadie toleraba. Me pareció algo raro pero alucinante, siempre había soñado con ir mágicamente a un mundo diferente o simplemente llegar a un lugar diferente, para poder empezar de nuevo. Eltimbre sonó 10 en punto para asistir a la clase de fisicoquímica. Apenas entre, me dirigí al final de mi vieja carpeta de color azul y saque del final de ella mi “lista de deseos” en la cual constataba que en algún momento de mi vida, en un próximo futuro, cumpliría todo aquello que escribiera en esa lista, aunque sea imposible. Ir a un mundo diferente escribí. De repente todo empezó a temblar. Ungran remolino de viento arrebato con el techo de la habitación y los vidrios estallaron y rompieron en miles de microscópicos pedacitos. Las lámparas dejaron de radiar su potente luz y todo el colegio comenzó a gritar, correr y escapar. Yo permanecí quieta, incapaz de moverme, pestañar o realizar cualquier movimiento que implicara mover una parte de mi cuerpo. Der repente; dos criaturas rojas deestatura mediana surgieron de una mezcla viscosa color azul amarronado que yacía en el suelo de la habitación emitiendo extraños sonidos y zumbidos. Su cabeza era como una perfecta esfera plateada y tenían 2 antenas en los costados de ella donde se suponía que tendrían que tener orejas, su cuerpo era rojo brillante y estaban cubiertos de escamas, o mejor dicho, una especie de piojos adheridos a...