El rey wu pone fin a la dinastia shang
Madrid: Trotta; Edicions de la Universitat de Barcelona 2004; pp. 174-177
XLI. EL REY WU PONE FIN A LA DINASTÍASHANG
1
La nieve estaba muy alta después de más de diez días cayendo sin parar. Amenazaba
granizo y con los primeros rayos del alba al día siguiente, un Jiazi, cinco desconocidos –
altos mandos sinduda- se montaron en sus carruajes y, con dos soldados de caballería
en la retaguardia, salieron de la ciudadela por la puerta real y se detuvieron confiando
poder entrevistarse con el Rey Wu.Pidieron audiencia.
Estaba el Rey Wu a punto de negarse a salir para el parlamento con aquellos caballeros
cuando su consejero, el Patriarca Reverente, le aconsejó:
-Hágalo. Mire que la nieve está muyalta y sus caballos y carruajes no han
dejado en ella huellas. No son gente común.
El General Mayor y Patriarca Reverente mandó a un heraldo afuera con un
caldero de mijo cocinado y la orden de queabrieran las puertas a los caballeros.
Entraron los cinco carruajes y, a la zaga, la parea de soldados de caballería también.
-Su majestad –les dijo el heraldo- se halla en sus alcobas privadas y nosaldrá
todavía. Estando el día tan frío como está, tengan la bondad de acercarse y templarse
por dentro con un poco de mijo caliente. Disculpen mi torpeza, pero ignoro sus rangos y
desconozco aquién ofrecérselo en primer lugar.
-Primero al monarca del Mar del Sur- contestaron al unísono los dos soldados a
caballo-, luego al monarca del Mar del Oriente, después al del Mar del Occidente, al delMar del Norte y luego ya al Señor del Río Amarillo, al Señor de la Lluvia y, en fin, al
Conde del Viento.
Una vez hubieron terminado de comerse el mijo, el heraldo avisó al Patriarca
Reverente yéste, a su vez, a su monarca:
-Ya procede dar audiencia. Los de los carruajes y los caballos no son sino las
divinidades de los Cuatro Mares acompañadas por el Señor del Río Amarillo, el Señor...
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