En una sociedad regida por la moral cristiana (es un decir), cuya aplicación tuvo y tiene en el mundo llamado civilizado (el primero en lo económico) más de Inquisición que de defensa de las buenascostumbres, el sexo constituyó el primero de los ingredientes a combatir por las autoridades – por tanto, un pingüe negocio – que en aplicación de lo que se suele denominar libertad de expresión, secompensaba con la permisividad y promoción de publicaciones eróticas, habida cuenta de los beneficios que se obtenían gracias a las debilidades y frustraciones humanas, como con el hoy satanizadotabaco, el alcohol y otra serie de drogodependencias legales. A finales de 1965, la industria norteamericana del disco (Columbia, Crystalate, Decca Records, The Gramophone Company, Pathé, Victor), por tantodel rock and roll, potenciaba el consumo de aquellas tentaciones, generando un 500% de beneficios sobre los obtenidos en 1960.* La influencia del R&R sobre las jóvenes generaciones, allende elAtlántico, Pacífico y el Río Grande, tuvieron una decisiva importancia en el desarrollo de la música popular, desde Gran Bretaña, Centro y Sur de América, pasando por Francia, España e Italia, que hastaentonces se habían limitado a proteger su industria discográfica, con imitadores de las estrellas norteamericanas, tales como Johnny Halliday en Francia, Los Teen Tops en México, Los Estudiantes enEspaña, Adriano Celentano en Italia o Los Llopis en Cuba.
Pero no era solo aquella catarata de ritmo la que inundaba las ondas. Las edulcoradas canciones de decenas de solistas y grupos como losinigualables The Platters, cuyos mensajes hablaban habitualmente de amores no correspondidos, hallaron una contundente respuesta al otro lado del Atlántico, con la llegada de un tema titulado Love me Do.¡Habían llegado The Beatles ¡, cabeza de puente entre EEUU y Gran Bretaña, estandarte de la llamada British Invasion, que acabó abruptamente con el reinado del R&R yanqui, aunque las bandas de...
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