EL ROTO QUE ENGA AL DIABLO

Páginas: 15 (3545 palabras) Publicado: 1 de mayo de 2015
GUÍA DE EJERCITACIÓN SÉPTIMO BÁSICO
LENGUAJE Y COMUNICACIÓN

NOMBRE: ________________________________________________________________________________

APRENDIZAJE ESPERADO:


ITEM I. COMPRENSIÓN LECTORA: Lea los siguientes textos y luego responda:

EL ROTO QUE ENGAÑÓ AL DIABLO (Leyenda chilena)

Obedecía al nombre de Bartolo Lara, era uno de esos rotos a quienes la vida no les importa unrábano. Vivió alegremente muchos años, pero un día su mirada se detuvo en los ojos pardos y adormilados de la Peta, la hija de ñor Pablo Palacios, el mayordomo.

Sintió Bartolo una extraña conmoción, un estremecimiento desconocido. Se dijo para sí: "Ha de ser el penetro de la cordillera". Pero por primera vez tuvo la necesidad de verse en el espejo de la fonda; no conocía su facha miserable. Suinconcebible traje era una superposición de harapos, sus pies negros se estrechaban dentro de unas ojotas infelices, y hasta su sombrero ostentaba muchas lindas roturas.

"La verdad es -pensó- que parezco choclo asao, ¿Cómo habré podío presentarme delante de las personas? Soy resinvergüenza". Y después de un rato -ya camino de la choza- pensó en voz alta: Si yo me arreglara no sería naíta pior. ¿Y por quéno me arreglo, ah? Sería custión de unos cuantos riales… Esto iba diciendo cuando su amigo Guata Cayúa le gritó:
Oye, Bartolooo, los llegó la de Dios. Tengo una cuarta e chicha de Aconcagua que llega a saltar el ojo, ¿m'escuchaste? 
Con tu amigo, gallo -respondió Bartolo, y corrió hacia el pajar.

Se emborrachó, peleó y alborotó. Y cuando se retiró a su rancho, el más miserable de Tango, fuecantando:

En la carrera de amorel qu'es pobre atrás se quea; cómo es posible que alcancesi a las ancas no lo llevan.

En un sendero que conducía a su cabaña, se volvió a encontrar con los ojos pardos, acariciantes, adormilados, de la Peta Palacios. A pesar de su borrachera, se sintió traspasado de vergüenza y procuró disimular. En realidad, estaba trastornado. Desde aquel instante, los ojos pardosadormilados fueron su obsesión; los veía en todas partes. Lo miraban desde la sombra de la noche, desde las estrellas… Se introdujeron en sus sueños y en sus puesías. Era una especie de embrujamiento. Bartolo Lara dejó de beber, se sujetó, como dicen por esas tierras.

Cómo te va, cabro -le dijo un día el Bandurria-; hace mucho tiempo que no se te ve. Andái rechatre, parecís hijito de rico agora; tehabís puesto bien desengáñame con tiempo. 

Así es -respondió Bartolo, sin hacer cuestión, y pasó.

Sus amigos que eran los más estrafalarios de la aldea, decían con dolor:

Este ñato está endiablao. Un gallo tan chute no puee ser güen cristiano.


Y le tenían lástima. La parte seria del pueblo -que habían notado el cambio, y que sabía que Bartolo era un güen pión- lo encontraba bien. Algunos losaludaban. Un día Bartolo se sintió con valor para acercarse a la Peta, que lo seguía embrujando con el sortilegio pardo de sus ojos buenos y también con su sonrisa cariñosa y prometedora, y le habló: Le dijo que ella era todo en su vida, que era su vida misma, que para él no había más mundo que ella… En suma, le espetó el viejo discurso que empezó en el paraíso y que tantas versiones originalestiene… La Peta se ruborizó, inclinó la frente y escapó espantada. Pero una hora más tarde estaba de nuevo en el camino del atolondrado Bartolo Lara. "Las mujeres son como las perdices -pensó Bartolo Lara-. Se vuelan tres veces y después se pescan a mano". Y siguiendo tras ella le repitió una vez más sus penas y sus esperanzas, sin encontrar más respuesta que una sonrisa y otra escapada. Pero un díaque la pilló sin perros, se dijo: "Ya pasó el tercer güelo, aquí no peco". Al efecto, la tomó y la estrujó entre sus brazos cubriéndola de besos. Fueron felices varios días; pero cuando don Pablo, el presunto suegro, se impuso, le bajó una azotaina feroz a su hija -superior según él pa esas enfermedades del chape-, y para completar su obra echó a Bartolo de la hacienda, por los delitos de ser...
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