El Síndrome de Fukushima
La tragedia de Japón irradiada desde Fukushima ha derivado en la pérdida de miles de vidas humanas, la desaparición de casi una ciudadentera debido al terremoto y tsunami y la afectación a la central nuclear de Fukushima ocasionando explosiones en el núcleo de la misma con terribles consecuencias. Ello derivó en el alto de provisiónde energía para más de seis millones de personas y el peligro inminente, pero encubierto, de graves efectos en salud de la población por la contaminación radiactiva. La peor radiografía estuvo en ladramática situación de sus trabajadores inmolados en la absurda tarea de “controlar” el desborde ofrendando sus vidas- Fukushima es uno de aquellos hechos que nos ha sacudido por varias razones:Primero, porque ha puesto en cuestión el principio que sostiene la lógica capitalista neoliberal y del desarrollismo: “Todo se puede reparar con dinero, ciencia y tecnología”, todo se puede tener “bajocontrol”. Fukushima ha mostrado de manera dramática cómo ni toda la tecnología, ni el poco dinero que se ha invertido (porque siempre prevalece el principio del “ahorro” y de la menor inversión) ni losheroicos esfuerzos de técnicos y trabajadores han sido suficientes para parar la tragedia.
Segundo, porque ha confirmado las innumerables alertas que activistas japoneses y de todo el mundoexpresaron con angustia en su lucha contra las centrales y la energía nuclear hace más de treinta años, denunciando a las grandes corporaciones y los países desarrollados, que promueven la energía nuclear comoenergía alternativa limpia y sostenible y que han impulsado modelos de exportación y de dependencia de estas fuentes de energía.
Tercero, porque se ha puesto en la mesa del debate nuevamente –y conmucho dolor- el tema de la energía en un sentido más amplio y todo aquello que debe hacerse y no hacerse para asegurar, no solamente el acceso a la energía, sino también la demanda de energía. Es...
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