El Samaritano

El Buen Samaritano
EL de Baltar es un beau geste similar al de esos equipos que van ganando por goleada, y deciden no humillar más al contrario. Podrían meterle más, dada la situación deladversario, pero optan por contenerse y permitir que el rival se reponga un poco. En esto el joven de la dinastía reinante en Ourense ha demostrado que es un caballero a la antigua usanza, dotado del elegantefair play.
Haciendo caso de las Bienaven- turanzas, se opone a un adelanto electoral en Galicia para no incurrir en ventajismo político. Piensa con razón el ourensano que sería un abuso contra lapareja de Vázquez que se debate en las secuelas de la derrota. Como diría el protagonista de El Verdugo, el genial Pepe Isbert, bastante desgracia tienen para que aún encima Feijóo los someta a unaselecciones inmediatas. Baltar pide clemencia para ellos, que se les de una oportunidad, que al menos puedan luchar en condiciones, para que la contienda sea noble. Viene a decirnos, en fin, que unavictoria así no tendría ninguna gracia.
Es la única razón de peso que se ha oído al respecto. Porque un anticipo no sería ningún fraude, como aducen algunos portavoces de la oposición, sino una potestad queposeen los presidentes de casi todas las democracias. Por otro lado, esa aversión que manifiestan socialistas y nacionalistas al adelanto es la confirmación más clara de que sus discursos satisfechosson una simulación. Si hubieran aguantado tan bien como dicen, estarían encantados de acudir a las urnas y medirse cuanto antes con el Partido Popular. A la vista está que no es así.
El caso es quesu descalabro apena a Baltar, que solicita una prórroga para que se repongan del batacazo y suban al ring con las heridas curadas. Aunque la nobleza del popular es encomiable (sorprende que nadie dela oposición lo haya alabado todavía), nada indica que esa petición suya valga para algo. Por mucho tiempo que le de a PSdeG y BNG, es complicado que se restablezcan antes de las elecciones, por más...