El satanismo psicologico
Desde el punto de vista psicológico, son diversas las perspectivas desde las que se puede observar y profundizar en el misterioso y preocupante mundo del satanismo y en los fenómenos relacionados con él. De ello da testimonio elocuente la abundante y variada literatura que, en estos últimos años, se puede encontrar en los escaparates y estanteríasde cualquier librería.
Dos perspectivas tienen una importancia particular: la primera trata de comprender el significado de los comportamientos que, en la opinión popular y limitándose a una mera observación, se atribuyen al influjo de fuerzas demoníacas (en tales casos se suele hablar de posesión); la segunda trata de indagar sobre el mundo de las motivaciones del sujeto que se adhiere a unadoctrina en la que lo demoníaco se presenta como elemento central y unificador.
Este doble punto de vista, obviamente, supone tanto la existencia de una realidad demoníaca (cuya demostración va más allá de la competencia específica del psicólogo) que puede manifestarse en formas a menudo extravagantes, imprevisibles y desconcertantes, como la multiplicidad de comportamientos humanos no siemprefáciles de descifrar con las categorías comunes de interpretación.
La psicología y las verdaderas o falsas posesiones
Trastornos físicos, embrujos de casas, objetos o animales; obsesiones e impulsos personales hasta el conato de suicidio; vejaciones que llevan a la pérdida de la conciencia y a acciones deplorables, o a pronunciar frases de odio contra Dios o lo sagrado: son sólo algunas de lasmanifestaciones ante las que cabe preguntarnos si la persona está realmente poseída por Satanás o más bien padece disociación psicológica o histeria.
Frecuentemente los comportamientos atribuidos a un influjo demoníaco pueden interpretarse, sin duda, como situaciones con raíces patológicas; mientras que en otros casos se pueden presentar como una clara antítesis al proyecto de salvación que Dios tienesobre sus criaturas y, por tanto, no encuentran una explicación suficiente y convincente con los instrumentos psicológicos y psiquiátricos normales.
Los límites entre las situaciones psíquicas y la efectiva influencia demoníaca están poco identificados y son difícilmente identificables. Además, la información, muy a menudo bastante manipulada y errónea, no hace justicia a los fenómenos en sucomplejidad y consistencia, por lo que puede fácilmente pasar por posesión diabólica lo que, en realidad, es sólo expresión de profundos trastornos psicológicos; también se suele exagerar el número de los que pertenecen a grupos satánicos para crear así una especie de pánico reverencial o, viceversa, una «caza de brujas».
Pío Scilligo, profesor de psicología en la Universidad Salesiana y en laUniversidad «La Sapienza» de Roma, sostiene que cada uno de nosotros posee la experiencia de diálogos dentro de su cabeza, o dentro de su corazón, que son«pequeños signos de doble personalidad, más evidentes cuando se utiliza el tú y menos cuando se utiliza el yo». Finalizado un trabajo, nos decimos por ejemplo: « ¡Enhorabuena, lo has hecho como se debe!» o también, después de realizar una accióninconveniente, afirmamos: « ¡Soy un inconsciente; debo ir inmediatamente a pedir perdón!». Experiencias de este tipo pueden ser perfectamente explicables sin tener que recurrir a la presencia de «espíritus que hablan». Bastaría con llamarlos «esquemas», «asimilaciones interiores» o «estados del yo» relativamente autónomos que la persona normal puede poner en práctica. Esos automatismos son pequeños«demonios», buenos o malos, que cada uno lleva dentro de la compleja estructura de su propia psicología.
Ahora bien, existe –también según Scilligo– una serie de esquemas protectores mucho más fuertes, a modo de corazas, que la persona se ha ido creando con el tiempo a partir de experiencias traumáticas o de comportamientos relaciónales persistentes, comportamientos que han sido asimilados del...
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