El saxo en el tango

EL SAXO EN EL TANGO

En mi juventud comencé, como muchos de mi generación, a interesarme por la música de Astor Piazzolla; seguí su trayectoria, tan discutida y combatida, pero que demostraba una auténtica línea evolutiva en el género musical que tanto lo envolvía.
Me interesé por sus pasos en las diferentes etapas de búsqueda de definiciones; su primera orquesta, acompañandoal cantor Francisco Fiorentino, que tuve el placer de asistir en el Café Ateneo de la ciudad de Montevideo, su posterior orquesta de cuerdas, el frustrado Octeto Buenos Aires, los diferentes quintetos, el maravilloso y poco difundido Conjunto 9, todas ellas etapas en las que estaba presente, sin discusión, la esencia tanguera modelada por esa increíble magia creativa surgida de su díscolaimaginación. Pero reconozco que en su momento sentí un rechazo emocional al escuchar un disco que asociaba el sonido de dos figuras cumbres que en el mismo contrastaban atrevidamente sus instrumentos, y que yo me resistía a aceptar. Se trataba de la presencia de Astor Piazzolla y Gerry Mulligan en el disco “Encuentro Cumbre”, donde se desgranaban melodías y ritmos sostenidos por un juego de sonidosentrelazados por el bandoneón y el saxo barítono, interpretados respectivamente por los mencionados músicos. Este rechazo me llevó a borrar de mi memoria ese episodio, supuestamente tan transgresor…….
……….hasta que el año pasado, asistiendo a un espectáculo brindado por el conjunto de música ciudadana Fugata, creado y dirigido por el joven pianista Juan Schellenberg, tuve oportunidad de encantarme conun tema para saxofón y orquesta bautizado como Suite Montevideana, interpretado en su parte solista por una joven y promisoria figura de nuestro mundo musical, Cecilia Rodríguez, sintiendo estar en presencia de un instrumento que se integraba a la esencia de nuestra música ciudadana, sin crear conflictos estilísticos, y derribando esa barrera que identificaba el saxofón con géneros ajenos y conescasa o nula afinidad con el tango.

Este episodio me llevó a rescatar del rincón olvidado de mi subconsciente aquel episodio protagonizado, tantos años atrás, por Piazzolla y Mulligan en su disco, y a escuchar con otra atención sus temas que –ahora sí lo descubría– estaban plenos de una riqueza musical que solo la creatividad y el equilibrio de dos genios podían brindar a los amantes dela música “con mayúscula”.
Descubrí asimismo que Schellenberg y Cecilia no eran los únicos músicos que habían profundizado esa experiencia de integrar el saxo al mundo del tango.
Pero no sólo en nuestro país habían surgido cultores de ese instrumento, procurando su fusión con nuestra música popular. También, y principalmente, en la Argentina aparecían músicos que esgrimían eseinstrumento para plasmar interpretaciones tangueras con seriedad y buen gusto.
Hurgué en diferentes archivos del sonido, tanto discotecas como portales informatizados, buscando ejemplos que me permitieran consolidar esta nueva percepción de la ejecución del saxo en versiones tangueras, y puedo enumerar aquellos registros que confirmaron esa nueva visión analítica. En el plano local mepareció estupenda la participación de la saxofonista uruguaya Andrea Genta interpretando en dúo con el bandoneonista Luis Di Matteo temas de la autoría de éste último. De la discografía argentina, descubrí versiones excelentes de los tangos “Años de soledad” y “Adiós Nonino” de Astor Piazzolla interpretados por el saxofonista Julián Vat, la perfecta conjunción del cuarteto Scaramouche con el trío deDamián Torres en la ejecución del tango “Onda Nueve” del mismo Piazzolla, y la fina participación del saxo ejecutado por Sergio Palestrini en los temas propuestos por el conjunto argentino Camerana Porteña en su disco compacto “El ángel vive”.

Modalidades de integración del saxofón al tango

Corresponde aclarar que en los ejemplos de inclusión del saxofón, en sus variados registros...