El Señor Juez
Páginas: 6 (1351 palabras)
Publicado: 11 de septiembre de 2011
EL SEÑOR JUEZ
Por Stella Ramírez Vargas
Juez Penal del Circuito
Para los romanos, el juez era aquella persona ‘Habens potestatem, et jurisdictionem ad iudicandum’. Y si bien ha corrido mucho agua bajo el puente desde que el compendio moral salmanticense consideraba que era nula la sentencia del juez que estaba en pecado mortal[1], invariablemente la palabra ‘juez’, evoca valorescomo ‘probidad’, ‘rectitud’ y ‘prudencia’, porque eso es lo que representa. Pero, por sobre todo, se espera que haga justicia.
¿Y qué es justicia?
Su etimología semita revela un fondo eminentemente jurídico, tanto en fenicio, en hebreo y en arameo antiguo, y representa la lealtad que el rey o sumo sacerdote debía a su dios. En la modalidad verbal, ‘juzgar’ conduce a pronunciarse en juiciosobre la inocencia de alguien. Así, en la Biblia aparece la fórmula “Si hubiere pleito entre algunos y acudieren al tribunal para que los jueces los juzguen, estos absolverán al justo y condenarán al culpable”[2]
En otros muchos apartes de la Biblia, se refleja el sentido divino de la justicia, y de lo que ella espera Dios, frente a personas a quienes ha delegado la autoridad de juzgar a sussemejantes y proferir sentencias:
“No harás injusticia en el juicio, ni favoreciendo al pobre, ni complaciendo al grande. Con justicia juzgarás a tu prójimo”[3]
Las versiones en griego y latín de las Escrituras, basaron la traducción del término ‘justicia’ en ‘rectitud’ y ‘iustitia’, que suponen una delegación de las relaciones jurídicas propias del Dios Legislador -perfectoen “justicia” y “rectitud”-, a los jueces, para construir el ideal del juez, como ser justo y recto. En la definición clásica del derecho romano, tenemos la justicia como la “Constans et perpetua voluntas ius suum cuique tribuendi”, ejercida por quien tiene el poder y la autoridad para ‘juzgar’.
Así pues, juez es un funcionario dotado de potestad para juzgar a los hombres, cual si fuera Dios, ypor tanto, debe estar adornado con grandes cualidades que inspiren autoridad moral en su actuar, y credibilidad en sus decisiones. Porque en sus manos se ha puesto quizás el más alto ideal humano: La búsqueda de la justicia. Un canto medieval tan popular como el Mio Cid, reclama este anhelo de rectitud:
Facedme, buen rey, justicia; // non me la queráis negar.
Rey que non face justicia // nondeviera de reynar,
nin cabalgar a caballo, // ni con la reyna folgar,
ni comer pan a manteles, // ni menos armas tomar
No, es pues, cualquier oficio el que desempeña el juez, máxime cuando desde el principio del mundo la injusticia ha desolado a la humanidad, ora porque se niega el derecho de reclamar a los menos favorecidos, ora porque se juzga demasiado tarde, o, las más de las veces,porque los procedimientos judiciales resultan tan engorrosos, que la reclamación es más complicada, en demora y en resultas, que el asunto a juzgar.
En un estado de derecho, imbuido de las conquistas occidentales en torno a la tridivisión de poderes y a la garantía constitucional de los derechos fundamentales de los asociados, el asunto de manejar la justicia se torna aún más trascendental,lindando con lo sagrado, porque el juez es el garante, por excelencia, de que los postulados de la Carta de Derechos cobren vida.
Durante mucho tiempo se negó a los jueces el verdadero valor social, político e histórico que tienen, ignorando que son protagonistas de cada suceso, porque con sus fallos están haciendo historia y modificando, para bien o para mal, la vida de las gentes.
Ello, porsupuesto, constituye un desafío enorme, que va desde la puesta en marcha de una eficaz política criminal, que provenga de una mejor visión social de nuestros gobernantes, seguida de una legislación dinámica, que converja en un sistema de justicia digno y fuerte, como corresponde a la tremenda responsabilidad que se le ha adjudicado.
Vale la pena, por tanto, escudriñar los primeros conceptos en...
Por Stella Ramírez Vargas
Juez Penal del Circuito
Para los romanos, el juez era aquella persona ‘Habens potestatem, et jurisdictionem ad iudicandum’. Y si bien ha corrido mucho agua bajo el puente desde que el compendio moral salmanticense consideraba que era nula la sentencia del juez que estaba en pecado mortal[1], invariablemente la palabra ‘juez’, evoca valorescomo ‘probidad’, ‘rectitud’ y ‘prudencia’, porque eso es lo que representa. Pero, por sobre todo, se espera que haga justicia.
¿Y qué es justicia?
Su etimología semita revela un fondo eminentemente jurídico, tanto en fenicio, en hebreo y en arameo antiguo, y representa la lealtad que el rey o sumo sacerdote debía a su dios. En la modalidad verbal, ‘juzgar’ conduce a pronunciarse en juiciosobre la inocencia de alguien. Así, en la Biblia aparece la fórmula “Si hubiere pleito entre algunos y acudieren al tribunal para que los jueces los juzguen, estos absolverán al justo y condenarán al culpable”[2]
En otros muchos apartes de la Biblia, se refleja el sentido divino de la justicia, y de lo que ella espera Dios, frente a personas a quienes ha delegado la autoridad de juzgar a sussemejantes y proferir sentencias:
“No harás injusticia en el juicio, ni favoreciendo al pobre, ni complaciendo al grande. Con justicia juzgarás a tu prójimo”[3]
Las versiones en griego y latín de las Escrituras, basaron la traducción del término ‘justicia’ en ‘rectitud’ y ‘iustitia’, que suponen una delegación de las relaciones jurídicas propias del Dios Legislador -perfectoen “justicia” y “rectitud”-, a los jueces, para construir el ideal del juez, como ser justo y recto. En la definición clásica del derecho romano, tenemos la justicia como la “Constans et perpetua voluntas ius suum cuique tribuendi”, ejercida por quien tiene el poder y la autoridad para ‘juzgar’.
Así pues, juez es un funcionario dotado de potestad para juzgar a los hombres, cual si fuera Dios, ypor tanto, debe estar adornado con grandes cualidades que inspiren autoridad moral en su actuar, y credibilidad en sus decisiones. Porque en sus manos se ha puesto quizás el más alto ideal humano: La búsqueda de la justicia. Un canto medieval tan popular como el Mio Cid, reclama este anhelo de rectitud:
Facedme, buen rey, justicia; // non me la queráis negar.
Rey que non face justicia // nondeviera de reynar,
nin cabalgar a caballo, // ni con la reyna folgar,
ni comer pan a manteles, // ni menos armas tomar
No, es pues, cualquier oficio el que desempeña el juez, máxime cuando desde el principio del mundo la injusticia ha desolado a la humanidad, ora porque se niega el derecho de reclamar a los menos favorecidos, ora porque se juzga demasiado tarde, o, las más de las veces,porque los procedimientos judiciales resultan tan engorrosos, que la reclamación es más complicada, en demora y en resultas, que el asunto a juzgar.
En un estado de derecho, imbuido de las conquistas occidentales en torno a la tridivisión de poderes y a la garantía constitucional de los derechos fundamentales de los asociados, el asunto de manejar la justicia se torna aún más trascendental,lindando con lo sagrado, porque el juez es el garante, por excelencia, de que los postulados de la Carta de Derechos cobren vida.
Durante mucho tiempo se negó a los jueces el verdadero valor social, político e histórico que tienen, ignorando que son protagonistas de cada suceso, porque con sus fallos están haciendo historia y modificando, para bien o para mal, la vida de las gentes.
Ello, porsupuesto, constituye un desafío enorme, que va desde la puesta en marcha de una eficaz política criminal, que provenga de una mejor visión social de nuestros gobernantes, seguida de una legislación dinámica, que converja en un sistema de justicia digno y fuerte, como corresponde a la tremenda responsabilidad que se le ha adjudicado.
Vale la pena, por tanto, escudriñar los primeros conceptos en...
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