El Se Or Sigma
Tomado de: Eco, Umberto. (1988). Signo. Editorial Labor: Barcelona.
I. Supongamos que el señor Sigma, en el curso de un viaje a París, empieza a sentir molestias en el «vientre».Utilizo un término genérico, porque el señor Sigma por el momento tiene una sensación confusa. Se concentra e intenta definir la molestia: ¿ardor de estómago?, ¿espasmos?, ¿dolores viscerales? Intentadar nombre a unos estímulos imprecisos; y al darles un nombre los culturaliza, es decir, encuadra lo que era un fenómeno natural en unas rúbricas precisas y «codificadas»; o sea, que intenta dar a unaexperiencia personal propia una calificación que la haga similar a otras experiencias ya expresadas ‘en los libros de medicina o en los artículos de los periódicos.
Por fin descubre la palabra que leparece adecuada: esta palabra vale por la molestia que siente. Y dado que quiere comunicar sus molestias a un médico, sabe que podrá utilizar la palabra (que el médico está en condiciones deentender), en vez de la molestia (que el médico no siente y que quizás no ha sentido nunca en su vida).
Todo el mundo estará dispuesto a reconocer que esta palabra, que el señor Sigma ha individualizado, esun signo, pero nuestro problema es más complejo.
El señor Sigma decide pedir hora a un médico. Consulta la guía telefónica de París; unos signos gráficos precisos le indican quiénes son médicos, ycómo llegar hasta ellos.
Sale de casa, busca con la mirada una señal particular que conoce muy bien: entra en un bar. Si se tratara de un bar italiano intentaría localizar un ángulo próximo a la caja,donde podría estar un teléfono, de color metálico. Pero como sabe que se trata de un bar francés, tiene a su disposición otras reglas interpretativas del ambiente: busca una escalera que descienda alsótano. Sabe que, en todo bar parisino que se respete, allí están los lavabos y los teléfonos. Es decir, el ambiente se presenta como un sistema de signos orientadores que le indican dónde podrá...
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