El Secretario
Llegaba muy temprano, casi de madrugada y era siempre el último en marchar, en medio de la oscuridad de la noche.Sus habilidades con las cifras eran incontables. Era también muy rápido leyendo la correspondencia, ya fuera nacional o extranjera, respondiendo a todos los pedidos de forma inmediata y en lalengua del lugar. Enviaba a cada cual lo que le correspondía, sin equivocarse jamás en el destinatario. Diríase que conocía a los clientes como la palma de su propia mano y sabía como nadie el modo desatisfacerles y darles agrado.
Le gustaba escribir a mano; tanto, que mientras lo hacía dejaba que el salvapantallas su ordenador se llenara de barras de color púrpura y rosado que simulaban unescaneo. Según él, era un sistema para ayudar a buscar nuevas estrellas y vida en el Universo.
Muchas veces se anticipaba a las necesidades de los directivos, lo cuales, alegremente sorprendidos,celebraban la sabia elección a pesar de que nadie recordaba exactamente haberlo contratado.
Pasaron los meses y el volumen de trabajo atrasado fue menguando, tan rápidamente que todas las gestioneseran eficazmente realizadas al momento.
Al acercarse el mes de diciembre, y cumplido casi el año de su llegada, se dedicó afanosamente a hacer balance del año. Puso esmero en recalcular bien todaslas cifras, ordenar toda la correspondencia enviada y recibida, comprobar que nada había quedado olvidado o dejado a merced del caprichoso azar.
Las ganancias del negocio habían aumentado losuficiente para cubrir todas las deudas y generar beneficios que hicieron recuperar la sonrisa de trabajadores y empresarios. Aquellas fueron las mejores noticias de los últimos años. Era tanta la alegría,...
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